Mera coincidencia
Con frecuencia suele repetirse la frase que en el siglo XVIII expresara el Conde José de Maistre: “Cada nación tiene el gobierno que se merece”, aplicada casi siempre en un sentido punitivo, es decir; como un castigo que se recibe por alguna
falta cometida. Esto indudablemente tiene algo de cierto, pero como sucede con todas las afirmaciones categóricas ésta también tiene sus “asegunes”, pues da por sentadas dos condiciones: que ese pueblo tiene la oportunidad de votar y que además tiene la capacidad de elegir.
Oportunidad y capacidad son dos cosas diferentes, la primera es resultado del sistema político en el que se vive, que en la democracia moderna otorga el derecho al voto por el solo hecho de ser ciudadano y la segunda estriba en la posibilidad real del votante para recabar, analizar y procesar la información concerniente al candidato, así como de su idoneidad para con los requerimientos y necesidades económicas y sociales de la comunidad en su conjunto. Tal vez por esto los griegos (inventores de la democracia) restringían el voto solo a quienes tenían la condición de “ciudadano” y excluían a los periecos, metecos y a otros habitantes de sus Ciudades-Estado reducidas en población
Oportunidad y capacidad son dos cosas diferentes
y extensión.
Si ambas condiciones se dan, entonces resulta válido responsabilizar al pueblo de sus malas decisiones, así como condenarlo al pago de las consecuencias. Por otra parte resulta fácil comprender que la capacidad de elegir, entendida en la forma explicada, no es un atributo que usualmente se dé en los estratos socioeconómicos más bajos de una sociedad, que generalmente son los más numerosos, por lo que si dicha sociedad opta por vivir en un modelo democrático, se vuelve entonces un imperativo y un compromiso insoslayable para las minorías privilegiadas, despertar en las clases desfavorecidas un básico entendimiento político mediante la educación y el desarrollo social, so pena de caer en las infaustas redes del populismo demagógico cuyo caldo de cultivo preferido es la indiferencia y la ignorancia. Nota: Cualquier semejanza con la realidad, es mera coincidencia.