Milenio Laguna

Encerrona. Piensa que a él no…

- EMILIANO PÉREZ CRUZ*

Nunca se sabe, y menos en temporada de lluvias: por la mañana estuvo muy soleado el día y Claudio se alegra, porque invitó a la comida por su cumple. Llegan los convocados y se dan a la tarea de preparar la carne asada, ensalada incluida, y organizan la coperacha para las chelas y mediante un volado disparejo se arma la comisión para ir por las chelas, cerbatanas o viquis bien helodias para bajar bocado y refrescar el ánimo.

Es viernes, el cuerpo es sabio, entiende las circunstan­cias y colabora manteniénd­ose relajado, dispuesto a cooperar para integrarse en la reunión de amigos sin prisa alguna, pues el fin de semana apenas inicia. Por si la lluvia no respeta, alquiló una lona —discreta, porque las patrullas del municipio merodean— y pidió permiso al vecino de ocupar su baldío como estacionam­iento. La parrilla, el carbón, los trozos de carne, las cebollitas cambray, suficiente­s tortillas, hielitos para las cervezas… Todo en orden.

En tiempo de pandemia la sana distancia se impone, pero no pospone la reunión, con cubreboca y asumiendo los riesgos. Algunos llegan empapados y explican:

— Se cayó el cielo, desde San Juan hasta el ranchito, pero que pudo más la promesa de una muy rica comilona. Y más en compañía de quienes fueron y mugre desde la primaria hasta el bachillera­to, suertudos porque lograron lo que muchos desearon y no pudieron obtener.

—El Elías trabaja los fines de semana y además su domadora le trae cortita la correa.

— Genaro tiene una tiendita y dijo que nomás cierra y se deja caer.

En el recuento de daños salen a relucir los compas caídos al contagiars­e de covid. La consabida frase “se nos adelantó“se escucha varias veces. También los brindis en su honor. Ante la pregunta de alguno, los más aceptan que sí da miedo la posibilida­d de contagio, pero que da más irse al otro barrio sin despedirse de los seres queridos:

—Al Juanjo lo señaló la ruleta rusa: varios de sus familiares enfermaron y no los volvió a ver… —¿Por eso no vino el muy miserable? —Anda ciscadón y prefiere seguir aislado. —Pero si se vacunó, ¿cuál es la bronca?

—Pus ora sí que cada quien su criterio, y aquí me tienen… ¡Salud!

—¡Salud! Bien por él, pero supe que se hizo el examen y salió negativo.

—Prefiere seguir así, dice, pero agradeció que lo invitáramo­s.

Doña Mini la tendera es previsora: metió el contenido de dos cartones más al congelador y atiende, previa advertenci­a:

—A las 11 bajo la cortina, así que lleven de una vez lo necesario, porque si pasa la patrulla: chiquita no me la acabo, chavos. Y ponte cubrebocas, caón.

—¿Me presta otro cartón con envases? Mañana tempranito se los traigo, neta.

—Pero me cumples, Claudio, porque el camión que me surte madruga…

Y Claudio escucha y destapa otra Victoria, caminera, con la esperanza de salir bien librado y limpiar la casa muy bien cuando acabe la reunión, con harto cloro, no vaya a ser el diablo. Luego, a esperar el inicio de labores, donde también el virus acecha, pero qué hacer cuando la mala costumbre de comer se impone, mezclada con el deseo de salir del encierro, ver otras caras que la propia en el espejo, escuchar otras voces.

La consabida frase “se nos adelantó” se escucha varias veces. También los brindis en su honor

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico