EU: claman por clientes mexicanos
Crisis. Autoridades y comerciantes de California, Arizona y Texas urgen a reabrir la frontera para reactivar la economía, porque el apoyo del gobierno de Biden ya no es suficiente
Con la esperanza de que el miércoles se anuncie la reapertura de la frontera a actividades no esenciales, comerciantes y autoridades estadunidenses claman por el fin de las restricciones para que vuelvan los clientes mexicanos y reactivar la economía.
Miles de negocios en las ciudades de los cuatro estados colindantes (California, Arizona, Nuevo México y Texas) están cerrados, igual que los puentes internacionales, mientras avanza el programa binacional de vacunación.
La reapertura se ha postergado 18 meses y las autoridades advierten que ya no aguantan más solo con los apoyos económicos enviados desde Washington. En los 3 mil 169 kilómetros de frontera entre México y Estados Unidos se suspendieron el comercio y las actividades no esenciales como medida para frenar la pandemia.
MILENIO recorrió 2 mil 146 de esos kilómetros, desde Larehasta San Diego, y en tres de los cuatro estados —California, Arizona y Texas— la realidad es dramática: una economía estancada.
Se observan negocios cerrados, garitas vacías y un grito de auxilio de autoridades y empresarios que comentan que con el avance de la vacunación ya no hay pretexto para no abrir la frontera.
Suplican la reapertura y la reactivación del comercio y las actividades sociales que quedaron separadas por un muro, un río y una decisión tomada a kilómetros de las fronteras, en las oficinas de Washington.
Las ciudades estadunidenses que hacen frontera con México se sostienen de la derrama económica que dejan los turistas que cruzan por gasolina o solo de paso para internarse a ese país.
En Laredo, Texas, las calles que colindan con el puente internaciola nal están vacías. En casas de cambio y comercios no hay gente o, en el peor de los casos, ya cerraron.
El centro comercial que concentra grandes marcas está semivacío. Apenas unos cuantos habitantes compran ahí. En esta ciudad la economía local depende en 50 por ciento de México.
El alcalde, Pete Sáenz, suplica por la apertura. Recuerda que hace un mes se esperaba, pero la mala noticia llegó horas antes de la fecha prevista por Washington: un mes más de espera, que sirvió para implementar el plan de vacunación a trabajadores esenciales que llegan de México.
Paradójicamente el comercio internacional de industrias como la automotriz tendrá cifras récord este año. Se estima que superen el histórico de 2018, que fue de más de 230 mil millones de dólares.
A 973 kilómetros de Laredo, en El Paso, la frontera con Ciudad Juárez, la situación es igual. Comercio local paralizado y el puente Paso del Norte cerrado.
Autoridades y empresarios aseguran que del otro lado de la frontera, en las ciudades mexicanas, la economía ha mejorado porque han obligado a sus habitantes a consumir ahí.
De acuerdo con la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), consumidores mexicanos arrojan ganancias por 45 mil millones de dólares en la frontera. Cifra en crisis ante las restricciones impuestas.
Las ventas en El Paso dependen en 80 por ciento de los compradores que llegan de Ciudad Juárez. Los apoyos económicos les permitieron recuperar 20 por ciento de esas pérdidas, pero esos recursos ya son insuficientes. Muchos negocios cerraron y los que ya reabrieron luchan por sobrevivir aunque no hay clientes.
El director administrativo en El Paso, Joe Gudenrath, señado que la falta de compradores mexicanos ha provocado el cierre de cientos de negocios, lo que significó “un golpe dramático” para la economía de esta ciudad.
El juez del condado, Ricardo Samaniego, quien gestionó la implementación del plan binacional de vacunación en Ciudad Juárez, dice que el programa de rescate económico del gobierno del presidente Joe Biden, con apoyos por 1.9 billones de dólares, no basta.
“El impacto más fuerte va a ser el futuro, más que lo que ha sucedido en los últimos 18 meses, porque sin los fondos va a ser muy difícil”, advierte.
En Arizona, la ciudad de Nogales se sostiene en 70 por ciento de los impuestos por consumo de quienes ingresan por el puente fronterizo. Hoy enfrenta los estragos económicos de la pandemia. Washington le envió 2 millones de dólares para sobrevivir el último año sin recortar personal o dejar de cubrir los servicios públicos.
En las calles aledañas al puente