El crimen organizado, fuera de control
Nunca se es mayor para dejar de tener miedo.
Nadie
puede negar la forma en la que se ha extendido el crimen organizado por todo el país, llegando a territorios que ni ellos soñaron ni el gobierno previó.
Poco a poco, pero en forma inexorable, la delincuencia organizada se ha desarrollado territorialmente ante la debilidad del Estado mexicano, que ha dejado esos espacios, y metro que retrocede el gobierno, metro que ocupan esas organizaciones.
Hoy hemos pasado de ser un país de producción y tráfico a otro al que hay que añadir el consumo y agregar la diversificación del crimen organizado, que ha dejado al narcotráfico como única actividad y se ha expandido a la venta de protección, cobro de piso, tráfico de personas, migración, secuestro, toma de gobiernos municipales, desde donde controlan la obra pública, el empleo, los materiales y permisos de construcción, su mano de obra, el cobro de deudas, una cuota para vivir y un porcentaje de lo que produzcan: aguacate, limón, verduras, frutas, pollo, reses. No hay actividad productiva en la que no intervenga el crimen, que ha ido, impunemente, a más y por más.
Así han tomado territorios antes no tocados como Aguascalientes, Morelos, Puebla, Estado de México, las goteras de la capital del país desde las que ha iniciado una invasión calle por calle, y las fronteras. Ya no solo dominan la norte, sino que pelean la del sur, y han llegado a Chiapas y a Tabasco, además de los territorios que han dominado tradicionalmente: Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Chihuahua, Veracruz, Coahuila, Baja California, Jalisco, Nayarit, Colima, Guanajuato, Zacatecas, San Luís Potosí, Guerrero, Durango, ya para no recorrer toda la geografía nacional.
El punto es por qué han conquistado todo este territorio, y solo hay una respuesta: por la indolencia de los gobiernos y el natural temor de la población.
De seguir así, un día avanzarán sobre Ciudad de México, en lo que ya están y a la que entrarán caminando.
RETALES 1. MAQUILLAJE.