Rapiña: La doble cara
Ocurrióel miércoles pasado en el ejido Manila y ayer en Casa Blanca, ambos incidentes en Gómez Palacio. Un camión que transportaba cerveza volcó en la carretera que conduce a Chihuahua muy temprano; por lo que los habitantes del rancho decidieron llevarse el producto que quedó tendido sobre la carretera y un poco más tarde los mismos automovilistas detuvieron su marcha, en una autopista federal, para unirse a la colecta de cerveza, pero esta vez a gran escala.
Ayer, un camión de carga pesada transportaba artículos de limpieza y tuvo un percance con iguales condiciones solo que esta vez la autoridad actuó distinto.
En el primero, los conductores de camionetas custodiaban cartones para depositarlos en las cajas de los vehículos hasta el tope (cálculos vagos estiman que algunas unidades motrices pudieron llevarse hasta 20 mil pesos en mercancía). Lo importante y lamentable de la historia no es la rapiña, que per se representa un acto vergonzoso, no para los lugareños por supuesto, muchos dijeron que les habían dado el “pitazo” y a “rapiñear” para el sábado (qué bonito se va a poner este sábado en Manila con todo ese alcohol), lo estremecedor viene cuando las autoridades se ven rebasadas, unas pocas unidades de la Guardia Nacional (un oficial, uno solo que medio trababa de dirigir el tránsito dijo que simplemente no podía dar información, claro, él y su alma resguardaban el lugar sin éxito, por cierto) de la Policía Municipal y Protección Civil pudieron llegar al lugar pero nada pudieron hacer, pues la gente los había superado en número e ímpetu.
En el segundo, la policía de Gómez Palacio de inmediato llegó al lugar donde el camión estaba siendo saqueado por los habitantes de Casa Blanca para comenzar con las detenciones y el aseguramiento de las mercancías, porque se trata de un robo, en palabras llanas la rapiña constituye un robo. Esos artículos que la gente pretendía llevarse tienen dueño, la caja del tráiler tiene dueño; las corporaciones policiacas lo dejaron manifiesto.
El saldo de la primera volcadura: Un tráiler destrozado, miles de cervezas robadas y del segundo: 10 detenidos y cuatro camionetas confiscadas. Esa es la “delicada” diferencia cuando la autoridad decide dar un “manotazo sobre la mesa”.
Cuando la autoridad decide dar un “manotazo sobre la mesa”