Reparación del daño, tema que divide a padres de los 43
La mayoría se opone a recibir ese pago y defiende a los abogados de embates de AMLO, mientras que una minoría busca convencerlos de que una retribución debe ser de las principales exigencias
Mientras la Secretaría de Gobernación sostiene que la compensación económica es necesaria para las familias de los 43 tras tantos años de dejar sus empleos para buscar a sus hijos, y que aceptarla no debilitará la lucha, en el Comité de Ayotzinapa la perspectiva es otra, pues el gobierno de Enrique Peña Nieto trató de utilizar la remuneración como gancho para dividir y desmovilizar.
Además de defender a sus abogados, quienes han sido criticados por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la mayoría de los padres de los 43 normalistas considera que antes de pensar en la reparación del daño se deben resolver otros pendientes, como la información que el Ejército se ha negado entregarles.
En cambio, una corriente impulsada por el empresario guerrerense Pedro Segura Valladares ha tratado de convencerlos de que recibir una retribución económica debe ser una de las principales exigencias.
Las diferencias entre el gobierno federal y el Comité de Padres y Madres de Ayotzinapa han alcanzado nuevas alturas con las acusaciones que el Presidente lanza contra los abogados de las familias.
Eso aunado a la inclusión en las reuniones de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa —encabezada por el subsecretario de Gobernación, Arturo Medina— de un pequeño grupo de padres que tutela Segura, quien es cercano al ex alcalde de Iguala José Luis Abarca —hoy preso y acusado de ordenar la desaparición de los 43— y al ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, de cuya participación en los crímenes de Iguala también se sospecha.
Gobernación no toma en cuenta el papel y las conexiones de Segura en este caso. Además, insiste en que todos los familiares de los 43 normalistas — incluidos los autodenominados “excluidos”— tienen los mismos derechos, aunque quien actúa como vocero del grupo minoritario sea Felipe de la Cruz, que no es pariente de algún desaparecido, sino tío de un sobreviviente.
También insiste en que los temores de que se produzca una suplantación del sector mayoritario por el disidente son tanto infundados como técnicamente improcedentes, porque es el primero el que ostenta la representación formal ante la comisión.
En la escuela de Ayotzinapa, sin embargo, crece la desconfianza. Primero por la defensa cerrada del Ejército que hace López Obrador, quien asegura que las fuerzas armadas han colaborado a cabalidad, así como por los señalamientos que el Ejecutivo constantemente dirige contra entidades y figuras que el Comité de Padres y Madres considera que han hecho aportaciones clave a las investigaciones.
Respecto del grupo de Segura, la posición es tajante. “No estamos de acuerdo (en acomodarse
“¿Cómo pueden decir que Abarca es inocente? Lo que buscan es dinero”