Se usaron hasta que les convino
Antela vandalización de Palacio Nacional por airados normalistas de Ayotzinapa, el presidente López Obrador comentó: “Lo que queremos es conocerlaverdad y vamos a lograrlo. Tengo confianza en eso”, dijo, y aventuró un imposible:
“Vamosaencontraralosjóvenes, que es lo más importante”.
La verdad, sin embargo, es la “histórica” descrita por Jesús Murillo Karam ( hoy preso político bajo el cargo demencial de que desapareció a los muchachos) y la única manera de “encontrar a los jóvenes” requiere del estudiogenéticodelos restos recuperados del basurero de Cocula y el río San Juan por la extinta PGR y el ex director de la Agencia de Investigación Criminal (prófugo ahora) Tomás Zerón de Lucio.
Después de los petardazos en Gobernación, el Senado y la cancillería; de la reventada de portón en el Centro de Arraigos de la FGR y la destrucción ayer de la puerta lateral de Palacio, AMLO cedió a la exigencia y prometió reunirse con los protestantes en un plazo no mayor a 20 días.
“Quierotenermáspruebas, porque quiero hablar con ellos, y pruebasdecómosemanipulólainvestigación La responsabilidad que tienen abogados de ellos y los supuestos defensores de derechos humanos (…) y otras organizaciones (…) y lo que quieren no es que lleguemos a conocer la verdad y se haga justicia, sino que ya lo tienen como una banderaencontradenosotros…”.
De tener otras, las “pruebas” que presente no demostrarán sus aseveraciones, porque lo verificable consta en la exhaustiva recomendación de la CNDH anterior a Rosario Piedra, que contiene abundantes sugerencias que irresponsablemente sehanegadoa reconocerdurantemásdecincoaños.
López Obrador insiste en el disparatedequeconduce (ni es abogado ni tiene las atribuciones del Ministerio Público).
El camionetazo de este miércoles evidencia el rompimientopolíticoentreelmovimiento de Los 43 y la 4T, aunque ambos necean con la patraña de que la “verdad histórica” es una invención.
Unos y el otro insisten en implicar a militares, los primerosalEjércitocomoinstituciónyAMLOaun puñadodesoldadosinocentes, pero ahora reniega de sus antiguos aliados y éstos lo acusan de “traición”.
No conviene a sus intereses admitir que la conclusión a la que se arribó desde principios de 2015 tiene sólido sustento.
Aunque el caso quedó abierto, en sustancia fue resuelto y además, por vías distintas a las de la PGR, la anterior CNDH confirmó que los normalistas fueron ultimados por GuerrerosUnidos en el basurero de Cocula y sus restos disipados en el río San Juan.
Para demostrar científicamente su conclusión, la CNDH propuso el análisisgenéticode114restos óseos en la Universidad de Innsbruck, pero ni la 4T ni Vidulfo Rosales ni el Centro Pro ni la FGR ni el GIEI ni el equipo argentino han querido que sean estudiados porque intuyenosaben que se corroboraría la tesis del muladar, lo que significa decir adiós a sus facciosas pretensiones…