Vivir con Trump
Losabrumadores resultados de las elecciones primarias el martes y la decisión de la Suprema Corte de Justicia de EU un día antes permitiendo a Trump competir ratificaron lo que se sabía: la elección en noviembre en EU será una repetición de 2020 que terminó, gracias a Donald Trump, con la toma violenta del Capitolio en Washington con el objetivo de impedir la ratificación de Joseph Biden, el ganador de aquella contienda.
Desde esa elección Trump ha sido acusado, juzgado y encontrado culpable de varios delitos, incluido abuso sexual y fraude financiero. Sus intervenciones públicas son cada vez más exageradas y absurdas; sus insultos a sus adversarios, incluido el presidente Biden, cada vez peores.
El martes se ratificó: Donald J. Trump es el rey, el dueño del Partido Republicano, el mayoritario en el Congreso, el de Lincoln, Nixon, Reagan, Eisenhower… ahora Donald Trump.
¿Es un accidente? ¿Un extraño momento en la historia que pasará si pierde esta elección? ¿O tan solo el representante de una derecha conservadora, religiosa que dejó de creer en el partido que tradicionalmente los representaba y, por lo tanto, un movimiento que tiene para largo?
Hay cosas, temas que permanecerán más allá del resultado electoral. Dos afectan a México y no poco. El primero, por supuesto, es la migración.
Treinta años, o poco más, sin acciones reales para ordenar y legalizar el asunto migratorio entre los dos países que comparten la mayor frontera por tierra del mundo y que además tienen tantas diferencias económicas ha provocado este sentimiento que Trump ha sabido explotar, pero que él no creó. Décadas de no hacer nada tienen sus consecuencias.
El segundo, y que en caso de que ganara Trump en noviembre pondrá en serios problemas al gobierno mexicano, es el del libre comercio.
En pocos temas es tan evidente el cambio del republicanismo como en éste.
Fue con George Bush que se negoció el primer TLC y lo único que lo puso en peligro momentáneo fue el triunfo de Bill Clinton, un demócrata. Trump forzó una renegociación en su primer mandato, pero ha utilizado los aranceles como amenaza y los impuso a otros países sin importar consecuencias económicas. En dos años queda la renegociación del tratado. Si es con Trump, no estará sencillo, las consecuencias de no lograrlo serían desastrosas para el país.
Vivir con Trump no está sencillo, para nadie.
Sus intervenciones públicas son cada vez más exageradas