México/ Eclipsado (1)
Hoy,
8 de abril, ocurrirá el mayor evento astronómico del año: el eclipse solar 2024. Durante cuatro minutos y 20 segundos, la luna pasará entre la tierra y el sol, para eclipsarlo completamente, en un momento de gran actividad solar, en el que su campo magnético parece una bola de pelo enredada con rizos o bucles de color rosa brillante.
En Coahuila, Durango, Nayarit y Sinaloa podrá apreciarse el eclipse en su totalidad, mientras el resto del país podrá mirarlo como un eclipse parcial de un 50 a un 80 por ciento. Todos deberemos utilizar lentes especiales para mirarlo.
Una vez terminados los cuatro minutos y veinte segundos del eclipse, con cuáles lentes podremos ahora, de manera más terrenal y menos celestial, ver la política de nuestro país. La pregunta es pertinente porque atravesamos un eclipse histórico que parece no terminar.
La historia no miente. Somos un país con cierto desarrollo institucional pero caudillista y presidencialista hasta el tuétano y, por tanto, incapaz de construir un sólido Estado de Derecho.
México es una galería de Presidentes -poderosos- que van de Plutarco Elías Calles hasta Andrés Manuel López Obrador, pasando por Luis Echeverría y José López Portillo que poseen un común denominador (más allá de la pose de prócer patriótico que adoptan en su retrato): comparten una incapacidad -o falta de voluntad política y democráticapara construir instituciones que acotaran -sin simulaciones- el poder presidencial. De esta manera, el presidente ha podido utilizar a lo largo de la historia, las máscaras del Tlatoani, de algún héroe de Marvel o del Mesías Tropical sin respeto alguno por su respectiva fanaticada.
Por ello, con un Estado de Derecho frágil, la violencia nunca ha estado XIX._ acotada -con algunas excepciones puntuales- por el monopolio que corresponde, legal y constitucionalmente, al Estado. Y esa herida, tan nuestra y tan dolorosa, no ha dejado de sangrar desde el Siglo
Atravesamos un eclipse histórico que parece no terminar