En resumen: debate aburrido
Los
rostros desencajados dominaron durante la hora y cuarenta y cinco minutos. Máynez mirando al techo, Xóchitl al reloj, Claudia sus notas; no se escucharon, sacaron sus peores modos, fueron los personajes de un fresco rasgado. No solamente se trata de la mentada polarización, sino del país donde el otro no cabe.
Les costó a las candidaturas someterse a una discusión que no dominaron. Dedicaron poco de su bolsa de tiempo para contestar y la mayor a ensuciar a quien tenían enfrente. Jorge Álvarez Máynez disparó contra las dos mujeres cada vez que pudo, Xóchitl Gálvez arrojó dardos cargados de veneno, viejos y nuevos, y Claudia Sheinbaum hizo exactamente lo mismo.
El conjunto del retablo refleja sobre todo un país cargado por expedientes de corrupción. No fueron pocos los arrojados: los negocios de los hijos del Presidente, el cártelinmobiliario, adjudicaciones directas del gobierno de Ciudad de México a Grupo Indi, los permisos irregulares de construcción que Xóchitl Gálvez habría dado cuando fue delegada de Miguel
Hidalgo, la negligencia respecto al colegio Rébsamen.
El tono fue creciendo en tensiones y enojo. No podía ser de otro modo. Cuando uno discute con personas a las que únicamente puede considerar corruptas y/o mentirosas, las condiciones para conversar desaparecen.
Nos quedaron a deber las candidaturas. Que todos son unos corruptos ya lo sabíamos, también que se detestan. Lo han repetido hasta el cansancio desde que comenzó este larguísimo proceso electoral.
Las dos mujeres y también el varón mostraron su peor personalidad. Los debates sirven sobre todo para medir la psicología de la persona que aspira a la Presidencia: destreza para responder, sentido del humor, madurez personal, rasgos positivos y negativos de su carácter.
Dentro de todo, el formato del debate, aunque largo, fue novedoso. Las preguntas presentadas ayer marcaron un cambio respecto de otros ejercicios del pasado. El ritmo para desarrollar los temas no lo determinaron las candidaturas. Las preguntas provenientes del público y las que las personas moderadoras pusieron sobre la mesa destacaron por su pertinencia y fundamentación.
Zoom: seis de cada diez personas no están siguiendo las noticias de esta campaña. El desinterés es masivo. No es culpa de la gente. El debate de ayer nos demostró lo aburrida que está la contienda.
Dentro de todo, el formato, aunque largo, fue novedoso