Cae 5% el tráfico de pasajeros en OMA
Llevamos siglos sin saber quién tiene razón de las dos ideologías sobre la naturaleza del ser humano. Por un lado, Thomas Hobbes sostenía que el hombre era malo por naturaleza y lo que verdaderamente lo movía era el egoísmo y miedo. Por el otro lado, JeanJacques Rousseau argumentaba que el ser humano en su estado natural y primitivo es bueno. En el primer caso, un Estado fuerte era necesario para evitar la discordia y pugnas internas, mientras que para el segundo el “contrato social” es un acuerdo para vivir en sociedad.
El día de hoy la lucha HobbesRousseau parece estar centrada en la pregunta ¿cómo lograr el mayor avance y bien posible para la humanidad? Y contrario a la lucha de ideologías de dos pensadores, surgen dos corrientes de pensamiento: effective altruism (“EA” o altruismo efectivo) y, por otro lado, effective accelerationism (“e/acc” o aceleracionismo efectivo).
El altruismo efectivo es esta visión esperanzadora de nuestro potencial para hacer el bien. Es como ver los desafíos del mundo —pobreza, enfermedades, riesgos existenciales— e intentar mitigarlos. Es optimista, basado en la creencia de que podemos hacer del mundo un lugar mejor para todos si somos inteligentes al respecto y repartimos mejor la riqueza.
Por otro lado, el aceleracionismo efectivo no trata de sacar lo mejor del mundo tal como lo conocemos. En cambio, se trata de avanzar más rápido y con más fuerza, bajo la premisa que el crecimiento traerá un mejor futuro que elevará la calidad de vida de todos. No se trata necesariamente de mejorar las cosas en el sentido convencional, se trata de transformación, de lo que sigue. Es la parte exponencial del capitalismo mediante el uso de las nuevas tecnologías.
El altruismo efectivo es como planificar meticulosamente tu ruta, asegurándote de que cada paso sea lo más impactante posible. Ya sea donando a las organizaciones benéficas más efectivas o trabajando en reducir riesgos que puedan aniquilarnos, se trata de maximizar el bien que podemos hacer ahora mismo. El aceleracionismo efectivo no trata trabajar dentro del sistema, intenta ver cómo el sistema puede evolucionar o en qué puede evolucionar, a través de las fuerzas de la tecnología y el capitalismo. Es menos sobre mitigar el sufrimiento y más sobre abrazar el caos del cambio, creyendo que algo nuevo y potencialmente mejor surgirá de él.
Ambos movimientos buscan el bien de la sociedad, pero mediante métodos diferentes. Nos hace replantearnos temas de igualdad, oportunidades, capitalismo, regulación, etc. La lucha entre EA y e/acc apenas comienza, y derivado de a quiénes recluten como adeptos y voceros de cada lado veremos cómo cambian las organizaciones, sociedad y el papel del gobierno.
La pregunta sigue siendo: ¿ Es momento de repartir y regular para tener el campo más parejo y resolver problemas en el corto plazo? O mejor pongamos los incentivos para que mediante el sistema capitalista extremo lleguemos al crecimiento exponencial que continúe impulsando el nivel de vida, eliminando pobreza, terminando con el hambre, aún sabiendo que esto va a conllevar a mayor desigualdad.
Todos peor pero más parejos o todos mejor, pero con mayor desigualdad. Al final en esto se resumen las doctrinas. Creo que me inclino por acelerar y recibir un futuro con mayores desafíos, pero con una mayor abundancia para repartir. @ jorgecombe
Marzo no fue el mejor mes para el Grupo Aeroportuario Centro Norte (OMA), que preside Nicolás Notebaert, pues tuvo una caída en el número de pasajeros totales en sus 13 terminales. Los pasajeros disminuyeron 4.96 por ciento interanual, el tráfico de viajeros nacionales bajó 7.36 por ciento y subió 10.04 por ciento en extranjeros.
Los movimientos buscan el bien social, nos hacen replantearnos temas de igualdad y oportunidades