Milenio Laguna

Y se oscureció el cielo

- WALTER JUÁREZ walter. juarez@milenio.com

Familiasdu­ranguenses y coahuilens­es sabían de la importanci­a que representa­ba el observar el eclipse solar, por lo que sin dudarlo salieron a disfrutarl­o, algunos en los lugares asignados, otros en donde pudieron, unos más en los patios de sus viviendas. No cabe duda que fue un día muy especial para los laguneros de ambos estados, quienes lo vivieron en grande y es que no faltaron aquellos que al Cristo de Las Noas, otros más se fueron al Bosque Urbano, a La Alameda, así como a la Plaza Mayor. Tampoco faltaron quienes acudieron a las márgenes del Río Nazas y tampoco aquellos que hicieron su día de campo para observar el fenómeno astronómic­o, ya que buscaron un lugar para acomodar sus sillas, sacar sus hieleras y disfrutar de un buen almuerzo en familia.

Fue mucha la expectació­n que provocó el eclipse solar, a tal grado que a la región llegaron personas de diferentes partes del mundo, así como del interior del país, quienes en un principio disfrutaro­n de lo que la región ofrece y del eclipse total de sol. Hay que destacar que muchas personas que se encontraba­n trabajando, recibieron permiso para salir por momentos de sus diferentes áreas, de sus oficinas, para poder observar como la luna empezaba a cubrir el sol.

También se tiene que destacar que tanto en el lado de Durango como de Coahuila, los operativos de seguridad funcionaro­n a la perfección y los visitantes se sintieron protegidos, por lo que su estancia fue sin contratiem­pos. Hubo de todo y es que se colocaron “tendederos” de lentes en algunas plazas, los cuales eran para que los vecinos pudieran observar el eclipse, pero al final las gafas especiales se las robaron y muchos habitantes de los sectores habitacion­ales se quedaron con las ganas de ver como la luna tapaba al sol. Fue un ganar ganar, ya que fueron miles los visitantes, por lo cual los hoteles tuvieron ocupación total y los restaurant­es pudieron región._ tener excelentes ventas. Aquí, hasta los vendedores de lentes lograron ganar unos cuantos pesos. Todos disfrutaro­n del evento astronómic­o y tras el buen ambiente por el eclipse, ahora regresará la calma a la

Fue mucha la expectació­n que provocó el eclipse solar

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