Tv. Padres e hijos se miden en pantalla
Mijares y Lucerito, Erik Rubín y Mía, Alicia Villarreal y Melanie, Isabel y José María y Eduardo Capetillo y Eduardo protagonizan la competencia
Eduardo Suárez es contundente al asegurar que con Juego devoces, el programa que inicia el próximo domingo y es idea original de su colega Marcelo Strupini, “las familias se van a reír, van a llorar, se van a divertir y, sobre todo, van a gozar el talento de todos los protagonistas y van a conocer su lado humano”.
Rodeado de las cinco parejas que integran el juego —Mijares y Lucerito, Erik Rubín y Mía, Alicia Villarreal y Melanie, Isabel y José María y Eduardo Capetillo y Eduardo, y de la conductora, Angélica Vale—, los productores detallaron las características de su concepto.
Suárez destacó que se trata, tal como lo dice su nombre, de un juego “en el que presentamos a dos equipos, el de Los consagrados y el de Los herederos”, de tal forma que padres compiten con hijos.
En la dinámica que ideó Strupini “son siete programas en los que todos cantan una o dos veces. Y se enfrentan, no necesariamente entre padres e hijos. El que gana corre a un panel donde hay discos y tienen puntos, y cuando acaba el programa se hace recuento para ver quién ganó”.
El público también vota, y al final se contabilizan los puntos, porque Juegodevoces es un programa con causa, cada participante defiende una, por lo que en el último programa se sabrá cuál es la ganadora de un millón de pesos.
De acuerdo con Isabel Lascuraín, tanto para Los consagrados como para Los herederos, la emisión representa una gran plataforma.
“En televisión ya no hay programas musicales, entonces que aquí te permitan cantar es maravilloso, para Los consagrados es un poco de nostalgia y mucha diversión, porque nos ponen a cantar de todo y bajo ciertos conceptos”, dijo la integrante de Pandora.
Y para Los herederos “es una plataforma que deben aprovechar porque es una gran proyección”.
Si bien la música es el punto medular de la producción, Suárez destacó que la conquista del público también se dará gracias a las escenas y cápsulas “en las que los participantes van a revelar su lado humano en la relación que tienen entre padres e hijos”.
Para entonces, en la terraza del comedor de ejecutivos de Televisa, donde Suárez y Strupini comieron y convivieron con sus protagonistas, haciendo una pausa en la grabación del cuarto programa, el murmullo era impresionante, las voces de los participantes
subían de tono porque querían compartir lo que ha sido la experiencia. La voz de Angélica Vale sobresalió cuando compartió un adelanto de lo que promete
Juegodevoces.
“Se van a sorprender del talento de estos cinco ( Los herederos) y de Los consagrados; les va a emocionar las caras que ponen, cuando participan sus polluelos en el escenario y se les cae la baba”, aseguró.
Pero no todo ha sido felicidad, pues Alicia Villarreal compartió que ha sido difícil adaptarse a la mecánica de la competencia:
“Nos ponen canciones bien difíciles, porque estamos acostumbrados a cantar ciertos géneros, y sí nos da nervio probar en otros. Luego vemos cómo los chicos se aprenden todo bien rápido”, expresó la cantante.
En Juegodevoces, Los consagrados cantarán temas actuales y Los herederos, éxitos de hace varias décadas. O quizá los competidores interpretarán la misma canción, pero cada uno a su estilo, lo que ha provocado que todos asuman ciertas “mañas” para ser ganadores, confesó Erik.
“Nos hemos vuelto muy mañosos, empezamos siendo muy serenos, pero ahora usamos cualquier cosa para ganar” (risas).
Y en un dejo de franqueza y sentido del humor, Lucerito Mijares compartió que ya ha habido pleitos.
“¿Pleitos?, sí, demasiados; ya nos abrimos cabeza, nos aventamos micrófonos, está fuerte este programa, así que véanlo, se van a divertir”, dijo mientras sus compañeros le pedían no spoilear,y su padre solo asentía con la cabeza su comentario.
Eduardo Capetillo compartió y bromeó al decir que Los consagrados “ya armamos una estrategia de proselitismo con la audiencia para que ganemos”.
A las 5 de la tarde había que regresar al foro para seguir grabando
_ el cuarto programa, así que la escena final fue la espontánea fiesta para celebrar a Melanie en su cumpleaños: todos entonaron “Las mañanitas”, mientras ella le soplaba la vela de su pastel.