Con alitas, música y ambiente, boliches hacen chuza en México
Mientras que en Estados Unidos la práctica de tirar bolos se está yendo por el canal, en México hay 119 centros especializados, cifra 54 por ciento mayor a la de hace una década, según números del Inegi
En la última década desaparecieron casi 18 por ciento de los boliches en Estados Unidos. Pero en México se vive una historia distinta, pues en ese mismo lapso se incrementó el número de centros para practicar este deporte en el país más de 50 por ciento.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hay 91 unidades en México, que si se suman las 28 de Grupo Diniz –que el sistema nacional no considera boliches porque al sumar otros elementos los llaman centros de entretenimiento– hay 119 sitios para hacer esta actividad, cifra mayor a los 77 que había hace 10 años.
¿Cuál es el secreto? De acuerdo con directivos y aficionados a este juego, se mejoró el modelo de negocio para ser más sitios de convivencia y esparcimiento como son los bares, restaurantes y billares. Algunos van desde promociones especiales para jugar, incluyendo snacks, bebidas alcohólicas, entre otros elementos.
Antonio Medina, joven de 25 años, quien desde hace siete años es adepto a jugar a los bolos, comentó que estos establecimientos son el principal punto de encuentro con sus amigos para disfrutar de la emoción de la chuza, consumir alimentos, jugar billar o disfrutar de eventos deportivos en las pantallas gigantes.
“Hay boliches para todos los gustos y bolsillos; si buscas un lugar con buena música, cocina gourmet, pizzas y panes elaborados en horno de piedra”, expuso.
Alejandra Martino Berrones, gerente de mercadotecnia de La cadena Bolerama, con cuatro unidades en Nuevo León, en Durango y en el capitalino barrio de Coyoacán, señala que éste último es uno de los locales más tradicionales en la Ciudad de México,
Martino contó a MILENIO que este tipo de diversión se recuperó totalmente de la pandemia y ahora tiene un crecimiento inusitado y mayor competencia.
“Nosotros trabajamos con una
Incluyen otras opciones de diversión como tiro de dardos, billar, inflables...
estrategia de marketing diversa que en primer lugar incluye instalaciones cómodas, limpias y modernas, así como promociones con un mínimo precio de 99 pesos por hora aplicable los lunes, martes y jueves en diferentes horarios”, expuso.
La preparación de estos centros para aprovechar el creciente mercado en los últimos dos años se disparó; datos del Banco de México muestran que en 2023 se registró que la entrada de estos artículos de otros países -pues en México no se producen- sumó un valor de 2.4 millones de dóla
res, un valor cuatro veces mayor al que se tenía en 2021.
La recuperación de esa clase de centros de esparcimiento es tan notable que la mayoría impulsa aguerridas estrategias que incluyen otras opciones de diversión como tiro de dardos, arcade, billar, inflables, videojuegos y espacios perfectamente acondicionados para degustar un variado menú, snacks, hamburguesas, pizzas o las deliciosas papas fritas que son las de mayor demanda.
“La afluencia se ha recuperado a tal grado que en los primeros meses de este año hemos alcanzado hasta 3 mil visitantes por semana, sobre todo jóvenes de entre 18 y 36 años, seguido por familias completas y adultos de entre 40 y 60 años, muchos de ellos que han hecho del boliche una tradición”, explicó Berrones.
Una cadena que aprovecha el momento es Bolerama & Chuzafood con cinco establecimientos, cuatro en Monterrey, Nuevo León, y otro en Gómez Palacio, Durango; cabe destacar que Nuevo León es la tercera entidad donde más boliches hay, solo por debajo de Ciudad de México y Estado de México.
En Bolerama & Chuzafood crearon el concepto “ConGanas”, que incluye atractivas promociones que van desde 75 pesos por línea o los denominados combos, diseñados para grupos de amigos o familiares que por un único precio pueden disfrutar de horas de juego y una variedad de alimentos como pizzas, elotitos y la famosa y ampliamente demanda charola Burger mix.
Otro de los boliches más concurridos por sus carriles luminosos, pantallas gigantes y precios accesibles -alrededor de 115
pesos la línea de 10 tiros-, está el AMF situado en la Ciudad de México, donde además se puede jugar billar y es famoso por sus promociones en la venta de alitas, dedos de queso, hamburguesas, pizzas y sándwiches.
Caída estadunidense
De acuerdo con la investigadora de mercado Gitnux, en 2019 el ingreso promedio por bolera en Estados Unidos fue de 405 mil 703 dólares, y se estimaba que más de 70 millones de personas jugaban al menos un partido al año.
Pero ya con la pandemia, en 2020, los ingresos totales del mercado mundial de bolos cayeron a alrededor de 3 mil 440 millones de dólares, una disminución de casi el 50 por ciento con respecto al año anterior.
En Estados unidos sobrevivieron unas 4000 boleras, que empleaban a 69 mil 786 personas y pudieron acumular ingresos por apenas 4 mil mdd.
Actualmente el gasto anual de la industria estadunidense en publicidad online suma en “pago por clic” de 5 mil a y 100 mil dólares y su sobrevivencia se ha perdido frente a otras forma de entretenimiento más tecnificadas.
En México la oferta se ha diversificado con centros de entretenimiento. Miguel Ángel Webber Bres, director comercial del Grupo Diniz, comentó que el boliche es uno de los segmentos de mayor demanda dentro de su negocio, por lo que tienen este servicio en 28 de sus 50 parques familiares.
“Hoy en día somos la cadena más grande de América Latina con 278 pistas altamente tecnificadas”, afirma Weber.
Posterior a la pandemia logran crecimiento anual de 18 por ciento y una facturación superior a mil 100 millones de pesos. “Previo a covid teníamos solo 18 millones de visitas, y para 2023 aumentó a 20.5 millones”, dijo el ejecutivo de Diniz.