De traición en traición
“Traición: Falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener”, esa es la definición que se encuentra en el diccionario de la Real Academia Española de la palabra traición, una acción que se repite día a día en nuestro entorno.
Traición fue la que encontró Mara Fernanda, una jovencita de 19 años de edad que buscó la seguridad para trasladarse en el servicio de Cabify y fue hallada sin vida una semana después. La traicionó un chofer de la plataforma, quien la secuestró, abusó y finalmente la asesinó en Puebla.
La realidad abruma, confunde y provoca incertidumbre entre la gente. Y uno piensa que no se puede confiar en nadie, porque todo mundo traiciona. Tampoco es así, todavía hay más gente buena, pero los malos andan sueltos.
En junio de 2012, una mujer, Mitzi, fue asaltada y amenazada por un taxista en León, ella se lanzó del auto en movimiento y días después falleció por las heridas que sufrió en su escapatoria.
Mitzi también fue traicionada por quien debía prestarle un servicio y llevarla a su destino con seguridad.
Cada día los casos de agresiones contra las mujeres se multiplican, pareciera que como sociedad no aprendemos ni mejoramos.
La violencia se exacerba y no se detiene ante nada, parece que la sociedad traiciona a las muje- res también y las deja a su suerte.
Esta sociedad también traiciona a los niños, a los ancianos, a los jóvenes, a los talentosos, a los trabajadores, a los diferentes, etc.
Hay un gran impacto cuando alguien traiciona la confianza y causa un daño, a veces es irreparable, ya sea en una relación amorosa, laboral, de amistad o de cualquier nivel. Las traiciones marcan.
¿En quién confiar?, si el chofer del taxi, o del taxi ejecutivo no cumplen con su parte de llevar al pasaje en un clima de confianza y seguridad. O en la gente que cuida a nuestros hijos, ya sean maestros o en otros casos, sacerdotes, o familiares.
En la misma familia se traicionan principios al no inculcar a los hijos ciertos preceptos que deben regir nuestras conductas en la sociedad.
La ciudadanía está harta de que la traicionen las autoridades, los que están obligados a garantizar la seguridad.
Harta de que los políticos elegidos no acaben de funcionar como deben para trabajar por la seguridad, por el bienestar económico, la salud y la educación.
La gente está harta de que las instituciones no funcionen como deberían y por eso decidió salir ayer a la calle en varias ciudades de México para exigir justicia y protección para todas las mujeres y recordar que no debe haber más casos como el de Mara o Mitzi.
¡Ya basta, no más traiciones!