podemos comunicarnos y aprender unos de otros a través del tiempo y el espacio”, resaltó el Museum of Jewish Heritage en su sitio de internet. Al igual que Ana Frank, Eva Schloss y su familia se escondieron en Ámsterdam, pero fueron delatados y enviados a Auschwitz. Al final, salió de ahí cuando los soviéticos liberaron el campo de concentración en 1945.
Schloss, actualmente de 88 años, vive en Londres y ha ofrecido su relato en escuelas y en libros como La historia de Eva: El relatodeunasobreviviente, por la hermanastra de Ana Frank”.
Al preguntársele sobre Ana Frank, a la que conoció cuando ambas eran niñas antes de ser obligadas a esconderse, la imagen de Schloss en el museo responde: “Ana era realmente una niñita muy sofisticada”.
En las entrevistas, tanto Schloss como Gutter aparecen sentados en sillones rojos y las imágenes salen en enormes monitores de pantalla plana.
La imagen de Gutter, quien tiene 85 años y vive en Toronto, también responde a preguntas. Cuando se le preguntó en una ocasión reciente “¿A qué se dedica?”, su imagen respondió: “Actualmente estoy jubilado. Participo mucho como voluntario en mi comunidad. Soy cantor en mi sinagoga, visito a enfermos en hospitales. Básicamente hago trabajo social comunitario”.
Cuando se le pregunta cómo sobrevivió a una marcha forzada bajo órdenes nazis, responde: “Marchamos por dos semanas y media y solo la mitad de los prisioneros llegaron a Theresienstadt. Los demás fueron asesinados o murieron en el camino”.
Si se le pide, Gutter canta un himno litúrgico judío o cuenta un chiste de la cultura judía europea ídish.