Milenio León

Un policía en cada banda de secuestrad­ores en Edomex

EN 2017 LA FISCALÍA ESTATAL DETUVO A 20 La diócesis de Chilpancin­go-Chilapa confirmó el cierre del Colegio Morelos, administra­do por religiosos, luego del asesinato y mutilación de una monja y tres de sus familiares

- Alicia Rivera, Rogelio Agustín y Eugenia Jiménez/ Notimex/ Juan José García, Óscar Rodríguez, Javier Trujillo, Antonio González y Bernardo Cisneros

En cada banda de secuestrad­ores hay por lo menos un policía, reconoció Rodrigo Archundia Barrientos, coordinado­r de Combate al Secuestro de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.

Al concluir un encuentro con la Asociación de Empresario­s y Ciudadanos mexiquense­s (Asecem), el funcionari­o afirmó que solo el año pasado fueron puestos a disposició­n 20 ex servidores públicos que colaboraba­n con grupos delincuenc­iales, mientras que en lo que va de 2018 ya son dos.

En cada banda de plagiarios “por lo menos un policía está involucrad­o. Tuvimos un promedio de 20 en 2017, y este año llevamos dos servidores públicos que han participad­o. Algunos forman parte de la banda, dando protección o avisando de los operativos”, aseguró.

Archundia Barrientos detalló que se trata de policías estatales, ministeria­les, municipale­s y federales, algunos de ellos inclusive asesoraban a los secuestrad­ores; los casos detectados ocurrieron principalm­ente en los municipios de Chalco y Nezahualcó­yotl.

Pormenoriz­ó que en 2017 se reportaron 173 secuestros en la entidad mexiquense, lo que significó una reducción de 33 por ciento comparado con los 12 meses anteriores, cuando se atendieron 254 denuncias por este delito.

Según el coordinado­r antisecues­tro, durante el año pasado 20 Personal de la División de Investigac­ión de la Policía Federal aseguró en Colima un predio que presuntame­nte era utilizado como laboratori­o clandestin­o y detuvo a cinco personas, informó la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).

A través de un comunicado, detalló que en seguimient­o a informació­n recabada a través de reportes de investigac­ión de gabinete y campo, elementos federales se trasladaro­n al municipio de Villa de Álvarez y realizaron un cerco de seguridad en las afueras del terreno.

Ahí detuvieron a Carlos Omar “N”, Milton Fabián “N”, Jonathan Eduardo “N”, Maribel “N” y Marga Paola “N”, personas fueron ultimadas “porque muchos (casos) no eran secuestros extorsivos, sino homicidios que los delincuent­es disfrazaro­n de plagio para distraer la atención de lo que verdaderam­ente era una privación de la vida”. “De enero a febrero llevamos 19 secuestros, la mayoría resueltos, y en estos momentos hay dos vigentes que estamos en plena etapa de negociació­n”, expresó.

Respecto al sexo y edad de las víctimas, Archundia Barrientos comentó que los delincuent­es privan de la libertad por igual a hombres y mujeres adultos, aunque también existen casos de estudiante­s de entre 15 y 16 años, pero en un porcentaje menor, y hasta de ancianos.

Comentó que entre los nueve integrante­s de una banda de secuestrad­ores desarticul­ada recienteme­nte en Valle de Chalco está un policía federal.

Para contener y reducir este delito, dijo, se cuenta con tres fiscales especializ­ados asignados presuntos encargados de producir la droga conocida como metanfetam­ina.

Los policías revisaron el interior del lugar y aseguraron varios envoltorio­s de sustancia granulada, dos ollas con tubos incrustado­s en las tapaderas, dos tinas y dos mangueras de plástico, entre otros materiales.

Personal especializ­ado determinar­á el tipo de sustancias que eran utilizadas, al igual que los instrument­os para la elaboració­n de la presunta droga; los detenidos fueron puestos a disposició­n del agente del Ministerio Público de la Federación. a los valles de Toluca y México, así como a la zona oriente. En Guerrero, el Colegio Morelos, uno de los más antiguos de la Montaña Baja, anunció el cierre temporal de sus puertas, luego de que la congregaci­ón religiosa que lo administra­ba abandonó la ciudad por los asesinatos de una religiosa, de 18 años, y de sus familiares.

Dicha medida afectará aproximada­mente a 700 alumnos de educación preescolar, primaria secundaria y bachillera­to, informó la diócesis de Chilpancin­go-Chilapa.

El cierre del colegio, ubicado en el Barrio de San Francisco, ocurre días después de que los padres y la hermana de una de las religiosas de ese centro educativo fueron asesinados y desmembrad­os.

El 30 de enero pasado, en la periferia de la ciudad, se reportó el hallazgo de ocho personas descuartiz­adas, entre ellas los artesanos indígenas que llegaron de Veracruz para vender muebles de madera.

Los otros cuerpos eran de los padres y la hermana de una joven religiosa, de 18 años, que trabajaba en este colegio y cuyo cadáver fue localizado tres días después en las inmediacio­nes del barrio del Calvario, con huellas de violencia sexual y decapitada.

En un comunicado, la diócesis expresó su “profunda tristeza e indignació­n (por) el secuestro y la muerte de los familiares de una de las religiosas de esta comunidad guadalupan­a; asimismo que se haya criminaliz­ado a las ocho víctimas de la violencia encontrada­s el pasado 30 de enero y entre los que se encontraba­n sus padres”.

Estos crímenes provocaron, señaló en el documento, que la congregaci­ón se retirara de manera definitiva y que se tenga que buscar una nueva administra­ción, “ya que cerrarlo ocasionarí­a que muchos niños y adolescent­es se quedaran sin recibir una atención educativa de calidad”.

Al igual que los demás centros escolares, el Colegio Morelos suspendió clases de septiembre a diciembre de 2107 ante el temor de que los alumnos quedaran en medio de un enfrentami­ento.

Ante ello, la diócesis exhortó a las autoridade­s a que aclaren estos crímenes y reinstalen la tranquilid­ad en Chilapa; y a los criminales a que “no toquen ni destruyan una de las cosas más sagradas que tenemos: la educación de nuestros niños y jóvenes”.

Encuentran otra fosa clandestin­a en Xalisco, Nayarit, de donde rescatan un cadáver

La jornada de violencia de este miércoles dejó al menos 12 muertos en Guerrero, Oaxaca, San Luis Potosí, Chihuahua, Baja California y Nayarit; en esta última entidad, autoridade­s exhumaron una osamenta de una nueva fosa clandestin­a.

El colectivo Familias Unidas confirmó que el nuevo entierro fue localizado en el poblado de Pantanal, en Xalisco, en una zona de cultivo, a solo 500 metros del lugar donde el pasado 13 de enero encontraro­n 33 cuerpos.

Los trabajos de exhumación duraron ocho horas y participar­on elementos de la Fiscalía de Justicia y policías científico­s de Ciudad de México. En total, se estima que con el hallazgo de ayer suman ocho las fosas clandestin­as en Xalisco y San Blas, de las que han extraído 57 cadáveres.

La jornada violenta incluyó cuatro muertos en Chihuahua (en la capital y Ciudad Juárez), al igual que en Oaxaca (en Juchitán de Zaragoza, Yautepec y Zimatlán); uno, en Acapulco; uno en San Luis Potosí y uno en Baja California.

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