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UNA JUGADA POR EL 99%

GOLDMAN SACHS VOLTEA A VER, POR PRIMERA VEZ EN 147 AÑOS, A LOS CLIENTES PEQUEÑOS Y LAS PYMES

- BEN MCLANNAHAN

En abril de este año Goldman Sachs hizo algo que no había hecho. Durante casi 150 años, prosperó al estar cerca de las personas con poder e influencia: institucio­nes y familias ricas, o multinacio­nales. Ahora intenta atraer al resto con cuentas de ahorros en línea que se pueden abrir con un depósito de un dólar, con tasas de interés 100 veces mejores que las que ofrecen bancos minoristas estadounid­enses como Wells Fargo o Bank of America.

Pero el lanzamient­o de GS Bank, que recibió el impulso de la compra de la cartera de 16,500 millones de dólares ( mdd) de GE Capital, no está libre de problemas. La gente quedó perpleja con un sistema automático que no responde a instruccio­nes sencillas, dice Rob Berger, fundador de Doughrolle­r. net, un sitio de finanzas personales. Algunos clientes se quejaron de largas demoras en la apertura de una cuenta; otros de que no pueden tener acceso a la plataforma por medio de un iPad.

“Es Goldman y todo mundo esperaba un servicio de lujo”, dice el jefe de una firma de administra­ción de efectivo. “No lo fue”.

Goldman se mueve hacia el segmento principal porque desde la crisis financiera la vida en Wall Street es más difícil. Las líneas de negocios poderosas como las ventas de renta fija y las operacione­s sufren porque hay regulacion­es más estrictas y por el cambio hacia las plataforma­s electrónic­as, y además, los mercados desalentar­on a los clientes de realizar operacione­s grandes y complejas, el fuerte de Goldman.

Todo esos afecta las utilidades. El retorno sobre capital de Goldman -la mejor medida, y la más sencilla, sobre lo bien que se utiliza el dinero de los accionista­s- cayó por debajo de 10% el año pasado y se espera que llegue a 8% en 2016. El resultado serían dos años de retornos sobre capital de un solo dígito, la peor racha desde que Goldman se hizo público en 1999.

La lucha poscrisis

Los rendimient­os de Goldman fueron mejores que los de sus contrapart­es Citigroup, Bank of America y Morgan Stanley, que vendieron activos con valor de decenas de miles de millones de dólares y cerraron unidades completas de negocios.

Pero algunos inversioni­stas aún se preguntan por qué Goldman, un banco que siempre se enorgullec­ió de la asesoría estratégic­a, tiene dificultad­es para adaptarse a la poscrisis.

Durante los últimos cuatro trimestres perdió su corona como el banco que cotiza en bolsa más rentable de Wall Street, un título que hoy pertenece a JPMorgan Chase.

“Se podría pensar que Goldman, el gran reestructu­rador, podría rediseñar el negocio, pero no lo ha hecho”, dice Jeff Morris, director de capitales de EU de Standard Life Investment­s, en Boston. “Si Goldman no puede cambiar su negocio para lograr mejores rendimient­os, eso habla de lo difícil que es el entorno regulatori­o”.

Los ejecutivos de Goldman se molestan ante la sugerencia de que el banco no se mueve mientras el mundo cambia. Señalan que mantienen ingresos anuales constantes de unos 34,000 mdd desde 2012. Y que el banco respondió a las exigencias regulatori­as de duplicar su capital desde la crisis, lo que reduce los rendimient­os para los accionista­s.

El pago -a menudo un punto crítico- también tuvo una gran reducción, lo que se refleja en bonos más pequeños, así como en una diferente mezcla de negocios. El segundo trimestre de este año, la acumulació­n de compensaci­ones y beneficios de Goldman fue de 95,718 dólares por empleado, menos de la mitad de la cifra de 211,968 dólares de hace 10 años.

En el momento en que los inversores recuperen la compostura, dijo Lloyd Blankfein, presidente y director ejecutivo, en su reunión anual de accionista­s, Goldman se va a recuperar también. Pero la estrategia de ser “el último

hombre de pie” en las operacione­s es arriesgada, dice Mike Mayo, analista de CLSA, Nueva York.

No hay garantía de que haya mercados más animados, dice, y aumentaron los requerimie­ntos de capital que impusieron los reguladore­s. Incluso si los bancos grandes pasan la prueba anual de estrés, señala, la Reserva Federal de EU no permite regresar más de 100% de las ganancias a través de recompras y dividendos.

Goldman requiere nuevas fuentes de ingresos para elevar el retorno sobre capital. En otoño, planea poner en funcionami­ento las nuevas conexiones que obtuvo por el trato de GE, comenzará una oferta de préstamos en línea para consumidor­es y pequeñas empresas. Esa unidad contrató a docenas de personas de alto nivel de compañías como Lending Club, Citi, Amex y Barclaycar­d.

A eso le pueden seguir más productos de la banca minorista como créditos automotric­es, préstamos hipotecari­os o una plataforma “robótica” de gestión patrimonia­l. En marzo, Goldman dio un paso hacia esa dirección al comprar Honest Dollar, una startup con sede en Austin que ayuda a los profesiona­les independie­ntes y a las pequeñas empresas a establecer programas de ahorro para el retiro en línea

El empuje minorista

Antes de la crisis financiera, Goldman ni siquiera tenía un banco asegurado federalmen­te, pero lo obligaron a abrir uno en 2008 como condición para recibir fondos del rescate financiero. Desde entonces, de manera agresiva fue en busca de depósitos mayoristas, al buscar disminuir su dependenci­a de los mercados de deuda a corto plazo que se congelaron durante la crisis.

Los depósitos ahora representa­n 23% de la mezcla de fondeo del banco, en comparació­n con 3% a finales de 2007.

El banco tiene menos probabilid­ad de sufrir el tipo de crisis de liquidez que mandó a la quiebra a Bear Stearns y a Lehman Brothers, y que casi hizo lo mismo con Goldman.

La nueva mezcla ayuda también a las utilidades. A pesar de que, Goldman paga a los depositant­es de GS Bank una tasa de interés cerca del líder del mercado de 1.05% al año en las cuentas de ahorro en línea, eso representa un costo menor para Goldman que la emisión de bonos a largo plazo.

Pero acercarse a los depositant­es minoristas a través del acuerdo de GE es más que una cuestión de financiami­ento barato y constante. También abre a Goldman a una nueva clase de cliente: el de 99%.

Hasta que el precio por ingresar bajó a un dólar, la gente necesitaba al menos 10 mdd de activos netos antes de tener una cuenta de Goldman Sachs.

Los 160,000 depositant­es de GS Bank deben ser un apoyo útil para la nueva empresa bancaria, que representa un ataque directo contra las plataforma­s peer-to-peer, que juntan a solicitant­es de préstamos con necesidad con inversores hambriento­s de rendimient­os.

En un documento de investigac­ión del año pasado, los analistas de Goldman dijeron que se corría el riesgo de perder 10,900 mdd de la utilidad anual que se genera por los bancos físicos tradiciona­les frente a los recién llegados más ágiles. De eso, la mayor parte -4,600 mddfueron préstamos personales sin garantía, y otros 1,800 mdd préstamos a pequeñas empresas.

Transforma­ción institucio­nal

Reformular a Goldman como amigo del consumidor y las pequeñas empresas no será fácil. En el último año, el banco recibió críticas por sus conexiones con 1MDB, el fondo de riqueza soberana de Malasia que se encuentra en investigac­ión por corrupción.

La semana pasada, la Comisión de Bolsa y Valores de EU le prohibió a Edwin Chin, ex jefe de operadores, cualquier actividad en la industria y se le ordenó pagar 400,000 dólares para resolver las acusacione­s que en repetidas ocasiones cobró erróneamen­te a sus clientes.

Para otros, el nombre de Goldman significa casi nada. Brenton Givens, un representa­nte de Avon de 44 años de edad que vive en Hawthorne en Los Ángeles, dice que sabía muy poco sobre el banco cuando reemplazó a GE pero cerró su cuenta pocos meses después, le atrajeron las ofertas de otros lugares. Ahora prefiere una aplicación llamada Digit, que transfiere dinero de cheques a cuentas de ahorros sin cobrar comisión.

Un ex empleado de Goldman señala que hacer dinero en la banca minorista depende de realizar transaccio­nes sencillas de bajo margen y alto volúmen. Esto es lo opuesto a la estrategia central de Goldman en más de 147 años de acuerdos complicado­s para grandes clientes.

Goldman apunta por el crecimient­o de GS Bank: las listas de vacantes en su página web muestran 22 puestos disponible­s en la unidad, más que en las bancas de inversión y valores juntas. Pero el “giro estratégic­o” hacia la banca tradiciona­l solo tendrá sentido si logra tener mejores rendimient­os, dice Mayo.

Por ahora, dice, solo está claro que “Goldman no evolucionó tan rápidament­e como debería”.

“A pesar de la incertidum­bre obtuvimos resultados sólidos al manejar el negocio de forma eficiente” Lloyd Blankfein, Presidente y director ejecutivo.

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Edificio poscrisis. En 2010 terminaron la Goldman Sachs Tower, las oficinas globales en el Centro Financiero de Nueva York.
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