LOS AVIONES SE BAJAN DE SU NUBE
Tras alcanzar el nivel de flota que México tenía en 2007, antes de la crisis, la aviación comercial baja su impulso.
El 2015 fue la culminación de un par de años de bonanza para la industria mexicana del transporte aéreo. Ese año por fin la flota comercial nacional alcanzó el nivel que tenía antes de la crisis en 2009, que se vio rematada por la declaración en quiebra de Mexicana en 2010. Pero 2016 no pinta igual.
“La industria ha estado adquiriendo flota. Hoy tenemos 342 aviones, solamente tres menos que en diciembre de 2007, antes de la crisis mundial de la aviación y nuestra flota es joven, con un promedio de 9 años. México está pasando por un muy buen momento”, dice la subsecretaria de Transporte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Yuriria Mascott.
Esto se ve opacado por los indicadores en lo que va del año que muestran que el crecimiento de las aerolíneas y los grupos aeroportuarios nacionales regresó a las tasas regulares de mediano plazo, del orden de 8%, según datos de la casa de Bolsa Finamex.
“El ritmo de crecimiento actual es mucho más cercano a la tendencia de los últimos cinco años, lo que podría indicar que el sector está convergiendo a su tasa de crecimiento natural”, dice la subdirectora de Renta variable de Casa de Bolsa Finamex, Margarita Chamorro.
Durante el primer trimestre de 2016, la aviación comercial representó 0.2% del PIB nacional, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Los analistas y protagonistas de la industria se muestran cautelosos ante un potencial exceso de confianza provocado por un periodo de vacas gordas.
“Estos crecimientos que hemos visto en los últimos cinco años son excepcionales. Nuestra tasa normal de crecimiento es de alrededor de 6%, que es excelente”, dice Adolfo Castro Riva, director general del Grupo Aeroportuario del Sureste ( ASUR), el cual opera nueve aeropuertos en México - entre ellos Cancún y Cozumel- y uno en Puerto Rico.
De hecho, de enero a julio de 2016 Aeroméxico registró un decrecimiento de 6.4% en rendimiento total (es decir, en el valor de las acciones), mientras que en 2015 gozó de ganancias por 92.2%. A su vez, Volaris creció un nada despreciable 15% de enero a julio, pero contrasta con un rendimiento de 123% que obtuvo en 2015.
A cuatro motores
En 2015 el tráfico de pasajeros en México creció 12.5%, según la SCT. Es el promedio más alto del quinquenio. De julio de 2011 al mismo mes de 2016 los tres principales grupos aeroportuarios de México: ASUR, Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) y Grupo Aeroportuario Centro Norte (OMA) registraron un promedio de crecimiento anual de 9% en tráfico de pasajeros.
Una de las estrategias para generar un aumento de pasajeros y de ingresos que le ha funcionado a uno de los mayores ganadores de la industria, Volaris, es apostar por los precios bajos.
“Nuestra estrategia, la clave de nuestro modelo de negocio, es estimular la demanda a través de tarifas bajas. Toda la estrategia de Volaris se construye a partir de reducir precios, estimular la demanda y generar mayor tráfico de pasajeros, tanto en mercados extranjeros como nacionales, ya que operamos en Estados Unidos y más recientemente en Centroamérica. Es la piedra angular de nuestra estrategia”, explica Fernando Suárez, director de Finanzas de Volaris.
“Nuestra estrategia de red es de punto a punto. No tenemos el tradicional hub, no estamos atados que están concentradas en la Ciudad de México, sino que estamos en diferentes ciudades de enfoque, la principal es Tijuana, donde tenemos el mayor número de operaciones, seguida de Guadalajara y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM)”, agrega.
De acuerdo con Mascott, 7 de cada 10 pasajeros que llegan de EU a México no pasan por el AICM, sino que llegan a aeropuertos regionales.
A su vez, Suárez explica que su enfoque son los viajeros que visitan a parientes y amigos, por lo que la estrategia de punto a punto se adecua a las necesidades de un mercado cada vez menos centralizado en la capital.
Factores importados
No solo las estrategias de las aerolíneas propiciaron el extraordinario crecimiento del transporte aéreo en 2015; también favorecieron las condiciones externas.
“México se está volviendo atractivo turísticamente. Es el noveno en turismo en 2015, con 32 millones de visitantes, según la Organización Mundial del Turismo ( OMT). Además, las reformas de telecomunicaciones y energética hacen que más gente voltee a ver a México como un atractivo para invertir y esto genera un crecimiento en el turismo de negocios… El aeropuerto que más está creciendo en pasajeros es el de Guanajuato; creció 17% en los últimos tres años”, dice Mascott.
La política monetaria y fiscal, la confianza de los consumidores y los precios bajos del petróleo propiciaron también el crecimiento. “Las tasas de interés se mantuvieron bajas, no solo en México sino en todo el mundo. En 2015 no teníamos aún los recortes al gasto público. Tuvimos una inflación inusualmente baja: llegamos por debajo de 3%, que es la meta del Banco de México, y 2015 cerró en 2.13%. Si combinas todos estos determinantes, tuvimos un año en el que el consumo y las actividades relacionadas con el gasto de los hogares fueron favorables y esto se refleja en el tráfico de pasajeros, en el crecimiento de las aerolíneas y los aeropuertos”, explica Chamorro.
Asimismo, en 2015 y 2016 el bajo precio del petróleo “ha permitido ( a las aerolíneas) expandir un poco sus márgenes, al reducir costos”, agrega la analista.
Finalmente, el aumento de turismo desde América del Sur también está empujando el crecimiento.
“Hace cuatro años y medio teníamos alrededor de 300,000 pasajeros anuales de Sudamérica. En 2015 está prácticamente llegando a 1.7 millones de pasajeros”, indica Castro Riva de ASUR. Este boom es resultado de la buena situación económica de Brasil en años anteriores, así como del hecho de que el gobierno retiró el requisito de visa para ciudadanos colombianos que visitan México.
Volando bajo
Las circunstancias sumamente favorables para la aviación comercial quedaron en el pasado. “A principios de 2016 tuvimos la inercia de la bonanza de 2015, pero pasó y surgió la volatilidad”, dice Chamorro. El alza (a las tasas de interés) por parte de la Reserva Federal y el Brexit empezaron a complicar el escenario. En México empezó a subir la inflación por la depreciación del peso y el alza en las gasolinas. La Reserva Federal aumentó las tasas y el Banco de México ha hecho lo propio e incluso han subido más con el fin de frenar un poco el crecimiento tan fuerte que ha tenido el consumo para no permitir que se siga deteriorando la cuenta corriente del país, añade Chamorro. Este año se espera que el sector crezca aproximadamente 8%, como tendió en el mediano plazo, en lugar de a un ritmo de doble dígito como ocurrió en 2015.
Aun con este crecimiento un poco menor, los analistas y ejecutivos de la industria le ponen cara optimista a la desaceleración. La tendencia, dicen, será positiva aunque no abundante como el año anterior.
“Es positiva. Si lo ves contra otros sectores de la economía, el consumo y la aviación han tenido un mejor desempeño”, afirma Chamorro.
“Estos crecimientos que hemos visto en los últimos cinco años son excepcionales. Nuestra tasa normal de crecimiento es de alrededor de 6%, que es excelente”,
Adolfo Castro Riva, director general de ASUR