EL ACUERDO BILATERAL
Los expertos no concuerdan con respecto a los efectos del reciente Tratado Bilateral de Aviación Comercial firmado con Estados Unidos.
En el pasado solo dos aerolíneas por cada país podían cubrir un tramo entre un aeropuerto nacional A ( por ejemplo Guadalajara, GDL) y uno estadounidense B (como Los Ángeles, LAX). Cuando dos mexicanas como Aeroméxico e Interjet llenaban esta cuota para una terminal aérea, otras como Volaris, “no alcanzaban lugar” y por ello tenían que aterrizar en Orange County, California.
Hoy ya no hay un tope por tramo. “Se espera un crecimiento del 16% en pasajeros y éste podría generar hasta 650 millones de dólares ( mdd) adicionales para el sector turismo, equivalente 4% de los ingresos del turismo internacional en el 2015”, dice Yuriria Mascott, subsecretaria de SCT.
“Matemáticamente, ¿cuál sería el impacto de que una aerolínea que estaba esperando lugar en Chicago pueda volar a Cancún? El efecto es prácticamente cero. No espero que sea un gran hito en la historia de la aviación mexicana.”, dice Adolfo Castro Riva, CEO de ASUR.
De hecho, algunas rutas que Mexicana dejó vacantes desde 2010 no han sido retomadas por otras aerolíneas mexicanas al día de hoy. Entre ellas está la de Los Ángeles-Monterrey, que solo es operada por la estadounidense Delta.
Otras no retomadas son, en Estados Unidos, la de San José del Cabo-Sacramento,W la de Zacatecas-Oakland y la de México-Edmonton; y con Canadá, la de México-Calgary.