¿Quién¿Qu dice que nos somos productivos?prod En el país este indicador sí va al alza
En EU, Alemania, Japón y Reino Unido el indicador va a la baja, en México la tendencia al alza no cede. Aunque no se refleja en el salario, sí podría en el crecimiento.
La producción de un automóvil en México puede generar una utilidad tres veces superior a la que tendría fabricarlo en Estados Unidos (EU). Y aunque la cantidad variará dependiendo de la marca y modelo, la principal razón de la brecha radica en la capacidad laboral.
La fuerza de trabajo disponible en México ha impactado en la productividad del país durante los últimos años, explica Joaquín Cottani, analista de Standard & Poor’s, al incrementar la producción generada por hora de trabajo.
“El principal factor de la producción que ha tenido un impacto directo en la competitividad de México frente a otras naciones es su fuerza laboral, tanto en cantidad como en capacitación”, comenta Juan Francisco Torres Landa, socio director de la consultora Hogan Lovells BSTL.
Aunque la productividad está compuesta por diversos factores como la fuerza laboral, la tecnología y la innovación en procesos de producción, en el caso de México el tema clave se ha centrado en el trabajo, al ser abundante y en últimos años cada vez más capacitado.
Es así que desde 2014 la productividad en México, medida como la producción por hora de trabajo, según datos de Inegi, dejó de caer y comenzó a mostrar un comportamiento estable. Esto, mientras en países desarrollados hay una tendencia negativa.
“Este indicador está cayendo en el mundo, pero en México no, y lo que más destaca al compararlo es que realizó reformas como la de telecomunicaciones y laboral lo cual ha contribuido a mejorar en materia de productividad”, dice Carlos Capistrán, economista en jefe para México de Bank of America Merrill Lynch.
Pero la clave, añade Cottani, es el crecimiento en la fuerza laboral en el país que, al igual que en otras naciones de América Latina, originó que en la última década este factor haya contribuido, en promedio, con cerca de dos terceras partes del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) real.
Los que más trabajan
El número de trabajadores no es el único factor que determina el aumento en la producción por hora en México, también el tiempo en que lo hacen. En los últimos dos años tres estudios (OCDE, GetVoIP y UBS) ubicaron a México como uno de los cinco países donde más horas se trabaja.
La consultora GetVoIP realizó un documento que revela que al contabilizar las horas efectivamente trabajadas, más allá de lo que dice la legislación o el contrato laboral, el resultado muestra que en México se invierten 48.8 horas semanales, ubicándose en el tercer
“Este indicador está cayendo en el mundo, pero en México no, y lo que más destaca al compararlo es que realizó reformas como la de telecomunicaciones y laboral lo cual ha contribuido a mejorar en materia de productividad,”
Carlos Capistrán, economista en jefe para México de Bank of America Merrill Lynch.
lugar, después de Turquía con 51.2 horas semanales y Hong Kong con 49.
“La competitividad que México ha ganado es uno de los factores que provocan que hoy en día haya tantas empresas destinando sus inversiones automotrices en el país”, agrega Torres Landa.
Adicionalmente al número de horas trabajadas, la mano de obra en México se ha vuelto especializada y capacitada, sobre todo, en aquellos procesos que requieren un alto nivel de detalle, lo que ha contribuido directamente a una mayor productividad, agrega.
Factor de impulso
Las expectativas de crecimiento del PIB en 2016 y 2017 son poco alentadoras, según Capistrán, el aumento en el indicador no rebasará 2% este año y el próximo podría llegar a 2.1%.
“Sin embargo, si hasta ahora las reformas estructurales provocaron un aumento en la productividad, acelerar su aplicación podría dar un nuevo impulso a este indicador con lo que la economía podría mejorar su desempeño”, añade Capistrán.
La situación es urgente, afirma Valeria Moy, directora general de México ¿Cómo vamos?, pues, aunque la productividad está creciendo en un rango de 0.5 a 1%, sería ideal que la tasa fuera de 4.8% anual.
“Estamos lejos de lograr la productividad que debemos tener y lo grave es que si no cambiamos este indicador nos podemos ir olvidando de lo demás, pues es la base de todo”, afirma Capistrán.
Según la especialista, el crecimiento del PIB es resultado de las medidas que se toman y por ello es necesario hacer las cosas para llegar a un aumento en la actividad de 4.5% que es la meta planteada para generar los empleos que requiere el país.
El impulso de la productividad y el mayor número de horas trabajadas se traducen directamente en un mayor producto generado, lo que impacta en los niveles de crecimiento económico del país.
Hasta ahora, la tasa de crecimiento del PIB de largo plazo de México ha sido moderada, si no decepcionante, consideran Joydeep Mukherji y Sebastián Briozzo, analistas de Standard & Poor’s.
Para 2016, aunque a principios de año se hablaba de un alza de 2.5%, a partir del segundo semestre del año Banco de México y por lo menos tres instituciones financieras, entre ellas Bancomer, Finamex y HR Ratings, redujeron sus expectativas de alza en el PIB.
“El trabajo que ha hecho México para modernizar las reglas del juego económico y político en México ha tomado más tiempo del que la mayoría de la gente esperaba”, dice Briozzo de Standard & Poor’s, en parte por el entorno complejo en el mundo. Y añade que “las debilidades institucionales y políticas del país han evitado que aproveche por completo la estabilidad macroeconómica, el libre comercio con Estados Unidos (EU) y Canadá, y su creciente integración económica internacional”.
Ante la falta de crecimiento económico, Francisco Lelo de Larrea, director de estudios económicos del CEESP, urgió la necesidad de mejorar la productividad a través del impulso laboral y tecnológico pero también por medio de la política del gasto público, pues falta destinar más a inversión y menos a rubros del gasto del día a día que no están beneficiando a los segmentos de menores ingresos.
Adicionalmente hay dos factores más que los analistas prevén pueden apoyar el desempeño de la economía en el corto plazo: el consumo y la producción manufacturera. El primero ha mantenido un crecimiento constante que esperan se mantenga y el segundo se ha visto afectado por la debilidad en EU.
Cifras de Banamex revelan que acumulado a mayo el consumo presenta una tasa de crecimiento de 4.9% real anual, es decir, casi dos veces mayor al avance del PIB en el primer semestre. “Estimamos que hacia el tercer trimestre, el consumo mantendrá su ritmo de crecimiento, e incluso podría ser un poco mayor. Hecho que podría ir en paralelo con una ligera mejoría de las exportaciones de manufacturas”, comentan los especialistas de la Casa de Bolsa Accival en un documento de análisis.
Sin embargo, las expectativas han cambiado para el largo plazo, según estimaciones de Mariana Ramírez, analista de BX+, pues la depreciación del tipo de cambio ya no será contenida por el productor y hacia 2017 anticipan un mayor nivel de precios lo que sí afectará el consumo.
Para los analistas, los riesgos a la baja para el crecimiento del PIB tales como una producción petrolera menor a la esperada, la incertidumbre global –incluyendo las elecciones en EU y una menor demanda a la esperada por parte de ese país– vuelven urgente explotar las opciones de crecimiento que presenta México.
La primera es la productividad, aunque también está el aprovechamiento de las oportunidades de crecimiento manufacturero por la demanda de industrias como la automotriz.
“Una optimización en el gasto de gobierno también es otro de los factores que apoyarían el crecimiento pues destinarlo a inversión en infraestructura tendría un efecto multiplicador en el resto de la economía”, afirma Lelo de Larrea.