La receta genética correcta
Los impulsores dicen que las vacunas hechas con ARN ( ácido ribonucleico) y ADN ( ácido desoxirribonucleico) serán más seguras y baratas.
Las vacunas tradicionales consisten en patógenos completos -muertos o inactivos- que desatan una secuencia inmune protectora, conocida como efecto antigénico. Algunas vacunas modernas logran esto usando proteínas por su cuenta, sin tener que inyectar un virus completo o bacteria.
Aunque siempre se van a necesitar las proteínas para desatar una respuesta inmunológica apropiada, en una nueva ola de vacunas que actualmente están en desarrollo no se administra directamente. En su lugar utilizan el ARN o ADN, a partir de los cuales se hacen los genes. La vacuna entonces convierte al cuerpo humano en una fábrica de proteínas. Su material genético le da instrucciones a los tejidos para que produzcan partes antigénicas de un patógeno en particular, así que la vacuna se convierte en una forma de terapia genética.
Los impulsores de las vacunas de ácido nucleico -algunas veces llamadas vacunas de tercera generación- dicen que potencialmente son más rápidas de desarrollar, más baratas de producir y más fáciles de almacenar y transportar que sus contrapartes convencionales. Y no contienen material infeccioso que accidentalmente pudiera provocar una enfermedad.
La Coalición para la Innovación en la Preparación para Afrontar Epidemias (CEPI, por sus siglas en inglés), una alianza mundial de 1,000 millones de dólares (mdd) que se puso en marcha en enero, está dispuesta a apoyar el trabajo en el campo. “Las vacunas de ARN o de ADN nos permitirán desarrollar una tecnología de ‘ instalación automática’”, dice Jeremy Farrar, director de Wellcome Trust y socio de CEPI.
Varias empresas de biotecnología tienen importantes programas de investigación de vacunas de ácido nucleico. Líderes en la tecnología de ARN incluyen a Moderna Therapeutics, con sede en Estados Unidos (EU) y CureVac en Alemania. Las compañías de vacunas de ADN incluyen a Inovio Pharmaceuticals y EpiThany, las dos de EU. Entre los productos en desarrollo están las vacunas que protegen contra las enfermedades infecciosas, así como las vacunas contra el cáncer que preparan al sistema inmunológico del paciente para luchar contra las células tumorales.
CureVac ya está en la primera etapa de un ensayo clínico de una vacuna de ARN contra la rabia y otra para el cáncer de próstata. El programa de ensayos clínicos de Moderna incluye dos vacunas de ARN contra la gripe y contra el Zika. Inovio tiene un extenso programa de ensayos clínicos en primera etapa: Zika, VIH y cánceres cervicales y de próstata entre otros objetivos para sus vacunas de ADN.
Las compañías farmacéuticas más grandes también trabajan en la tecnología de vacunas de ácido nucleico. “Es particularmente importante en el área de la biodefensa y en las nuevas enfermedades emergentes, donde no sabemos a qué amenazas nos vamos a enfrentar”, dice Rajeev Venkayya, director de la operación global de vacunas de Takeda Pharmaceutical de Japón. “Es grandioso que existan tantos participantes que hacen que avance la tecnología, pero todavía tenemos que ver cómo resulta en el mundo real”.
GlaxoSmithKline “comenzó la investigación en vacunas de ADN y ARN hace mucho tiempo”, dice Rip Ballou, director del centro de investigación y desarrollo de GSK en Maryland. “La dificultad ha sido obtener células humanas para producir suficiente antígeno. Ahora usamos una tecnología llamada SAM (por autoamplificación de ARN mensajero), que creemos puede resolver el problema cuando se combina con el sistema de entrega de nanopartículas”.
Algunas vacunas basadas en SAM se probaron exitosamente en modelos animales, agrega. Una versión humana contra el virus del Zika, se espera que entre a ensayos clínicos este año.
El Zika, una epidemia en algunas partes de América Latina y que amenaza al sur de EU, es el blanco favorito de los desarrolladores de vacunas de ácido nucleico. Las vacunas experimentales se encuentran en la fase uno de estudios de seguridad en voluntarios humanos. El Instituto Nacional para las Alergias y Enfermedades Infecciosas de EU (NIAID, por sus siglas en inglés), acaba de anunciar el primer ensayo de fase dos de la vacuna de ADN del Zika.
Al menos 2,400 personas participarán en el ensayo en Houston, Miami, Puerto Rico y seis países latinoamericanos. Después de recibir la vacuna de ADN o un placebo inactivo, se van a estudiar durante más de dos años. Los investigadores van a comparar los dos grupos para ver qué protección proporciona la vacuna.
“Se necesita con urgencia una vacuna segura y efectiva contra el Zika para evitar los defectos de nacimiento -a menudo devastadores- que pueden resultar de una infección del virus del Zika durante el embarazo”, dice Anthony Fauci, director de NIAID. “También se aculuma evidencia de que el Zika también puede provocar una serie de problemas de salud en los adultos”.