LO VERDE NO SIEMPRE VENDE
El caso de los fabricantes de paneles solares refleja la baja expectativa para los inversionistas por la sobreproducción de energía solar.
A primera vista, las empresas vanguardistas en energías renovables deberían ser una apuesta segura de inversión, ya que son un medio para combatir la acumulación global de gases de efecto invernadero.
Hay pocas compañías a las que les ha ido bien, como Vestas, el productor danés de turbinas eólicas. Sus acciones aumentaron de valor más del doble en los últimos tres años. Ayudó el gran crecimiento en la generación eólica en EU y Europa. Y acaba de entrar al mercado eólico más grande del mundo, China. Sin embargo, su rival chino, Xinjiang Goldwind, que cotiza en Hong Kong, el mayor productor de turbinas eólicas del mundo, no obtuvo buenos resultados.
Otra área prometedora ha sido la energía solar; sin embargo, han caído sus costos, en parte gracias al exceso de paneles solares lo que mantiene los precios de esa energía bajos. Por ejemplo, las acciones de SunPower cayeron 78% desde 2014.
No sorprende que los fondos especializados como BlackRock New Energy o Clean Energy de Pictet tengan problemas. Tuvieron caídas en dos de los últimos tres años. Eso podría explicar por qué más de la mitad de las empresas en sus carteras, en el mejor de los casos, tienen una participación tangencial en la energía renovable.
Los defensores pueden resistirse a la idea de esperar utilidades rápidas con las energías renovables, sin embargo, un poco más de codicia no les haría daño.