El acero unido
ThyssenKrupp y Tata Steel acuerdan una fusión que produciría sinergias anuales hasta de 600 millones de euros.
ThyssenKrupp de Alemania y Tata Steel de la India acordaron fusionar sus operaciones europeas para crear el segundo mayor productor de acero del continente después de ArcelorMittal. Después de más de un año de negociaciones, las dos compañías anunciaron la unión en un memorándum de entendimiento, solo semanas después de que Tata sorteó un obstáculo clave al acordar con los reguladores de Reino Unido abandonar un programa de pensiones para su negocio británico.
El acuerdo prevé una empresa conjunta de 50- 50 que produciría sinergias anuales hasta de 600 millones de euros ( mde). El grupo, que llevará el nombre de ThyssenKrupp Tata Steel, se manejará a través de un holding en los Países Bajos, sede de la planta de Tata en Ijmuiden, considerada una de las más eficientes de Europa y codiciada desde, hace mucho tiempo, por ThyssenKrupp.
El sitio holandés se encuentra a unos 200 kilómetros de la planta alemana de producción de acero ThyssenKrupp en Duisburg, que podría servir para generar ahorros de costos a través del trabajo conjunto.
Los dos grupos dijeron que esperan firmar una fusión formal a principios de 2018, que se complete a finales de ese año, dependiendo de las aprobaciones regulatorias, y después de un periodo de debida diligencia para examinar los libros de cada uno.
La nueva compañía combinada generará ventas pro forma de 15,000 mdd, empleará a cerca de 48,000 personas en 34 ubicaciones y enviará 21 millones de toneladas de acero al año. Se tendrán que recortar 2,000 puestos de administración y 2,000 puestos en producción de manera equitativa entre los dos grupos.
Los grupos dijeron que la red de producción se revisará en 2020 “con el objetivo de integrar y optimizar la estrategia de producción”.
Heinrich Hiesinger, director ejecutivo de ThyssenKrupp, dijo que la fusión ofrecerá a las dos compañías un futuro sustentable y abordará los retos estructurales que enfrenta el sector siderúrgico europeo por el exceso de capacidad.
“No vamos a poner en efecto ninguna medida en la empresa conjunta que no hubiéramos adoptado nosotros”, dijo Hiesinger. “Al contrario, al combinar nuestras actividades de acero, las cargas de cada socio son menores de las que serían sobre una base independiente”.
La industria de producción de acero se encuentra desconcertada tras el colapso de sus precios por el exceso de exportaciones baratas de China.
De acuerdo con UBS, la rentabilidad por tonelada entre las siderúrgicas europeas se desplomó desde un punto máximo de 215 euros en las ganan- cias antes de interés, impuestos, depreciación y amortización en el tercer trimestre de 2008, a 46 euros por tonelada en el primer trimestre de 2016. A principios de este año, la rentabilidad era de alrededor de 83 euros por tonelada.
Para ThyssenKrupp el acuerdo es una oportunidad para separar la volátil operación de producción de acero de su negocio más lucrativo de bienes de capital, que incluye la fabricación de ascensores, submarinos y autopartes.
Para Tata, el anuncio finaliza la incertidumbre en torno a su operación británica que se agitó en marzo del año pasado, cuando la empresa dijo que buscaría vender el negocio después de una serie de fuertes pérdidas. Esas decisiones se hicieron bajo Cyrus Mistry, a quien despidieron en octubre de su cargo como presidente del holding Tata Sons.
Su sucesor, Natarajan Chandrasekaran, dijo que Tata Sons ahora busca apoyar la expansión de Tata Steel en su mercado interno de la India.
Koushik Chatterjee, director ejecutivo de Tata Steel, dijo que la unión le permitirá “un desapalancamiento considerable” del balance de Tata Steel.
Los analistas respaldan el acuerdo. En Berenberg, Londres, Alessandro Abate, dijo que si ThyssenKrupp puede llevar a cabo la fusión y convertirse en un productor de bienes industriales puro, marcaría “una de las transformaciones corporativas más complejas en la historia del sector siderúrgico de la Unión Europea”.
Para Tata, agregó Abate, será “una salida gloriosa de lo que probablemente sea el acuerdo de fusiones y adquisiciones más doloroso en la historia siderúrgica de la Unión Europea”, una referencia a su compra en 2007 de Corus, un acuerdo en mal momento por unos 7,600 mde que hizo que Tata pasara de ser la siderúrgica número 56 del mundo a ocupar la posición número seis.
6 ES EL NÚMERO QUE OCUPA LA SIDERÚRGICA TATA STEEL EN EL MUNDO.