¿NOS AFECTA LA REFORMA FISCAL DE TRUMP?
A México le conviene que la economía de nuestro vecino crezca, aunque puede tener daños colaterales.
Es difícil opinar en este momento sobre una reforma fiscal —que aún no está aprobada—; sin embargo, sí se pueden hacer algunas observaciones sobre lo que hoy se conoce.
En primer lugar, desde mi óptica y en un horizonte a corto plazo, esta reforma ayudará al crecimiento económico de Estados Unidos (EU). El hecho de bajar impuestos siempre ayuda al proceso económico ya que los individuos tendrán más ingreso disponible para incrementar su consumo o sus ahorros; esto por sí mismo es un estímulo para la economía. Del lado corporativo también los beneficios son evidentes: mejores utilidades, más fondos para nuevas inversiones, adquirir equipos más eficientes tanto operativa como tecnológicamente; también le dará más oportunidades a las empresas de capitalizarse y crecer, etcétera.
La reforma también incluye una baja sustantiva de impuestos para repatriar fondos que muchas empresas tienen domiciliados fuera de EU, porque si hoy los regresan pagarían un impuesto de 35%, y, en la nueva propuesta, lo podrían hacer pagando solo 10%. En resumen, esta iniciativa podría incrementar el PIB en 0.5% en los próximos años.
El problema a largo plazo es que todo lo que los individuos y empresas dejarán de pagar al gobierno federal significa que estos serán fondos, que el ya de por sí endeudado gobierno dejará de recibir, por lo que será inevitable que su déficit fiscal, que ya es alto, aumente, amén de que también la deuda pública tendrá que seguir subiendo.
La administración de Trump tiene como argumento que el crecimiento per se generará más impuestos a futuro, y que de esta manera el costo será autofinanciable, lo cual está por verse.
A México le conviene que la economía de nuestro vecino crezca en forma robusta y sostenida, aunque a corto plazo, puede tener para nosotros algunos daños colaterales. El más evidente es — de llevarse a cabo esto— que el dólar tenderá a revaluarse, no solo contra el peso mexicano, sino contra casi todas las monedas del mundo.
Nuestro país perderá algo de competitividad si la tasa corporativa se baja en EU de 35% actual a 20%. México tiene una tasa corporativa de 30% y no estamos en este momento preparados ni podemos reducir los impuestos; nuestras finanzas públicas no están en el mejor momento. Además, si los corporativos estadounidenses regresan en forma masiva sus fondos del exterior, esto fortalecerá al dólar.
De aprobarse la iniciativa, la Reserva Federal será más agresiva con el alza de tasas, lo que se traduce en mayor fortalecimiento del dólar.