QUÉ ESPERAR DEL TIPO DE CAMBIO
La incertidumbre persistirá, sin embargo, la actual calma en el mercado cambiario puede prolongarse un poco más.
Hemos visto cómo en la última semana mejoró notablemente la cotización del peso con respecto al dólar.
La recuperación del valor de nuestra moneda fue significativa al pasar de 19.30 pesos por dólar a 18.54. La causa de este movimiento obedeció a tres factores: en primer lugar el dólar se devaluó alrededor de 2% contra las principales monedas del mundo. Esta debilidad fue producto de que los mercados intuyeron que la Reserva Federal pensaba en ser menos agresiva en el proceso de normalización de su tasa de interés para el año entrante. En las minutas que se revelaron, el jueves pasado, quedó más o menos claro que en tanto el crecimiento de los precios no llegue a 2% no hay razón para apresurar el proceso de alza. Esto debilitó al dólar.
La segunda razón para explicar la revaluación del peso, es el fuerte aumento observado en el precio del petróleo que el viernes cerró (WTI) en cerca de 59 dólares el barril.
Y la tercera causa, quizás la más importante, es que cuando el peso alcanzó los 19.30 pesos por dólar estaba descontando en alguna medida malas noticias en la renegociación de la quinta ronda del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Pero no sucedió así. La quinta ronda terminó sin pena ni gloria, pero se acordó que la sexta ronda se llevará a cabo a finales de enero, en Canadá. Ante este escenario el mercado se dejó de preocupar y por eso mejoró el valor de nuestra moneda.
A pesar de lo anterior, yo pienso que la incertidumbre persistirá, y esta calma en el mercado cambiario se puede extender un poco más, pero la volatilidad regresará pronto.
Existen dos elementos que hay que considerar. El primero es que los negociadores estadounidenses siguen mostrando su malestar en la negociación del TLCAN porque desde su óptica México y Canadá no han atendido sus reclamos y no han aceptado sus propuestas para reducir el déficit. Nadie sabe si ellos van a modificar o suavizar su posición y tampoco sabemos si México y Canadá estarán dispuestos a modificarla. Por lo tanto, la moneda está en el aire.
La otra cosa que podrá tener efectos en la cotización de nuestra moneda, a corto plazo, será el ambiente político que se genere una vez que el PRI designe candidato. Si este le gusta al mercado, la cotización puede mejorar un poco más, pero si no es una persona que el mercado piense que puede derrotar a López Obrador las cosas serán al revés. Creo que falta ya muy poco tiempo para tener noticias en este sentido.