TODAVÍA QUIEREN CON EU
El afecto de los mexicanos por las marcas estadounidenses aún perdura, a pesar de los constantes ataques de Donald Trump al país.
“One Nation”. El lema de los Raiders de Oakland parecía bastante apropiado ya que casi 90,000 aficionados al futbol americano abarrotaron el estadio Azteca en la Ciudad de México para verlos jugar contra los Patriotas de Nueva Inglaterra, los campeones del Super Bowl.
No importan las calumnias de Donald Trump contra los mexicanos y las amenazas de romper el pacto que ayudó a que México se convirtiera en una potencia maquiladora en el último cuarto de siglo. Ese partido, uno de una serie de juegos programados para aprovechar la base de seguidores más grande de la NFL fuera de Estados Unidos ( EU), fue la difuminación de las fronteras nacionalistas y un recordatorio de muchas cosas que unen, y que no dividen, a estos dos países vecinos.
Otro evento. En un amistoso cruce cultural, el banco de propiedad nacional más grande del país, Banorte, patrocinó el partido de futbol americano, un acontecimiento estadounidense por antonomasia. Se realizó al mismo tiempo en que la película de Hollywood, Coco, trata sobre la más mexicana de las tradiciones, el “Día de Muertos”. La cinta se convirtió en el film de animación más visto en la historia de México. Al mismo tiempo, en EU los periódicos recomendaron restaurantes para que los mexicanos fueran a celebrar la festividad del “Día de Acción de Gracias”.
Incluso, Andrés Manuel López Obrador, el candidato de izquierda radical y puntero para las elecciones de julio de 2018, quien solía presumir que no hablaba inglés y que nunca había visitado EU, moderó su retórica antiestadounidense. Prometió “amistad y buena vecindad con EU, su gente y su gobierno”, cuando presentó su plataforma política la semana pasada en el aniversario de la Revolución Mexicana.
¿Pero puede seguir esa camaradería? Una quinta ronda de negociaciones para actualizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) terminó también la semana pasada con amargura en ambas partes. Washington insinuó que podría tirar la toalla, y el equipo estadounidense se quejó de la falta de disposición de México para “comprometerse con seriedad” con las polémicas propuestas que puso sobre la mesa, las cuales, dijo, son vitales para reducir el déficit comercial que tiene EU con México por 64,000 millones de dólares, lo que significaría, de acuerdo con la Casa Blanca, lograr un acuerdo “justo” para EU.
Por su parte, México lamentó que EU se negara a explicar o desarrollar las propuestas que un alto funcionario llamó “inviables... y soy generoso”.
Washington cree que tiene a México en un aprieto. La dependencia económica del país con EU y el TLCAN les da “una mano débil”, dijo un alto funcionario estadounidense; entonces no sorprende que los mexicanos vean a EU de una manera más desfavorable que en cualquier otro momento de la última década y media.
De acuerdo con un estudio de Pew Research Center, a principios de este año, dos tercios de los mexicanos tuvieron una opinión negativa con respecto a EU, más del doble que en 2015.
J. Walter Thompson (JWT) Intelligence, parte del grupo de publicidad, hizo eco de eso. Encontró que 30% de los mexicanos que encuestó tienen una opinión más negativa de EU en el último año, desde la elección de Trump, y 58% fueron significativamente más negativos.
A pesar de que Trump todo el tiempo compromete a EU, todavía no existe el peligro de que los mexicanos empiecen a boicotear a Starbucks o eliminar la Coca Cola.
Las marcas estadounidenses aún tienen un nivel de popularidad de 83%, de acuerdo con JWT. Tres cuartas partes de los mexicanos piensan que las marcas estadounidenses son “geniales”, más de dos tercios creen que son la consigna de la alta calidad.
Algo inexplicable es que 63% de los mexicanos encuestados pensó que Coca- Cola era una marca rusa de acuerdo con el estudio de JWT, a pesar de ser uno de los más grandes consumidores de esa bebida y ser vecinos de EU .
Como demostró el partido de la NFL, los mexicanos valoran muchas cosas de EU, país que es hogar de 36 millones de personas de origen mexicano, pero no a su gobierno. Eso no debe de ser una sorpresa. El país sufrió invasiones estadounidenses y perdió la mitad de su territorio con EU en 1848; los mexicanos celebraron cuando el gobierno expulsó a las petroleras estadounidenses 90 años después y el país tiene una larga historia de políticos que fomentan la “gringofobia” por motivos políticos.
Todavía queda por ver si Trump, con sus planes del muro fronterizo y las amenazas sobre el TLCAN, inspirará una reacción similar cuando los mexicanos se preparan para elegir a un presidente que se enfrente a él y los defienda. Pero en el estadio Azteca, el ambiente era conciliatorio. “Es bueno que la NFL nos apoye en México… nos hace sentir un poco más conectados”, dijo Juan Martínez, mientras se dirigía al interior del edificio. “Esto va más allá de Trump”.
“¿Pero puede seguir esa camaradería? Una quinta ronda de negociaciones para actualizar el TLCAN terminó con amargura en ambas partes”.