Otra vez EU vs. China
El gobierno estadounidense inició una investigación de antidumping contra el asiático, con lo que Trump abre otro frente en su batalla comercial.
La administración Trump lanzó un nuevo ataque comercial contra China. Desde Washington inició una investigación antidumping contra un importante socio comercial por primera vez en más de un cuarto de siglo en medio de los temores de que se prepara para las primeras escaramuzas de una guerra comercial.
La medida de “iniciar por cuenta propia” una investigación antidumping sobre las importaciones de hojas de aluminio procedentes de China, marca una nueva estrategia comercial. Desde 1985 el Departamento de Comercio de Estados Unidos (EU) no había solicitado, por cuenta propia, una investigación sin una solicitud formal de la industria. El último caso lo presentó la administración Reagan contra las importaciones de semiconductores japoneses y se produjo en un momento de altas tensiones comerciales.
“El presidente Trump dejó en claro que las prácticas comerciales desleales no serán toleradas bajo su administración. Le prometió a las empresas, trabajadores y agricultores estadounidenses que hará cumplir enérgicamente nuestras leyes comerciales”, dijo Wilbur Ross, secretario de Comercio de EU. “Si bien el uso general de los aranceles antidumping y compensatorios es una tarifa normal para el gobierno de EU, una administración que comienza por cuenta propia una investigación envía una señal agresiva de que está ansioso por imponer una protección a las importaciones”, dijo Chad Bown, experto en Comercio del Instituto Peterson para la Economía Internacional. “El gobierno de Trump no se va a quedar a esperar a que las industrias de EU vengan y lo pidan, demuestran un deseo de brindar protección a las importaciones, tal vez incluso si las mismas empresas estadounidenses no las quieren”.
Ross dijo que el Departamento de Comercio trabajó con la industria estadounidense del aluminio para desarrollar el caso y el jefe de la industria de EU se unió a una llamada para anunciar la medida, que se produce unas semanas después de que Trump regresó de un viaje a China durante el cual él y el líder chino, Xi Jinping, trataron de presentar una atmósfera cordial.
Pero Trump también se enfrenta a crecientes críticas en su país por las demoras en otras acciones comerciales que prometió tomar contra China, entre ellas su incapacidad para etiquetar formalmente a Beijing como manipulador de divisas, como lo prometió en su campaña presidencial.
También se lleva a cabo una investigación, paralela sobre el robo de propiedad intelectual en China y las normas que obligan a los inversionistas extranjeros a transferir tecnologías clave, algo que se espera lleve a una toma de medidas en cuestión de meses.
El Congreso estadounidense también considera una nueva legislación con la que el escrutinio sobre la inversión extranjera directa en EU se va a endurecer, y, en particular, sobre el interés cada vez mayor de Beijing en sectores estratégicos como los semiconductores.
La medida de EU también responde a las quejas de sus socios comerciales al insistir en que las resoluciones del Departamento de Comercio en ese tipo de disputas son casi judiciales y tecnocráticas.
Ross dijo que la evidencia que recopiló su departamento muestra que los productores chinos vendían hojas de aluminio en EU por debajo del valor justo, y que Beijing subsidia sus exportaciones, lo que tiene un costo para la industria de EU.
En 2016 las importaciones estadounidenses de hojas de aluminio alcanzaron un valor de más de 600 millones de dólares.
Los funcionarios dijeron que la investigación seguirá los mismos procesos que los casos comerciales normales, y que las decisiones finales sobre los aranceles que se aplicarán estarán en abril y julio del próximo año.
El Departamento de Comercio de EU también anunció nuevos aranceles hasta de 96% sobre las importaciones de cajas y gabinetes de herramientas procedentes de China.
También se enfrenta a la impugnación de parte de Canadá por su decisión de imponer nuevos aranceles a las importaciones de madera blanda canadiense, y el gobierno de Canadá dijo que va a impugnar esa decisión ante la Organización Mundial de Comercio.