EL MOMENTO DE LA RECUPERACIÓN
“Hay que reparar el techo cuando brilla el sol”. La frase ejemplifica el estado actual de la economía mundial. El tan anhelado crecimiento debe permitir las inversiones y reducir las deudas.
“La economía mundial disfruta de una recuperación sincronizada, pero resultará insostenible si la inversión no aumenta, sobre todo en las economías de altos ingresos. Las enormes deudas también amenazan la sustentabilidad de la recuperación, como lo argumenta la Organización para la Cooperación y el Desorrollo Económicos (OCDE) en su último informe.
La OCDE pronostica un crecimiento mundial de 3.6% este año, en comparación con 3.1% en 2016. Se prevé que el crecimiento alcance a ser de 3.7% en 2018, cerca del promedio de 1990- 2007. El único miembro de las grandes economías del Grupo de los Siete (G7) cuyo crecimiento de este año no se espera que sea más alto que en 2016, es el Reino Unido. China y la India marcan el ritmo mundial.
A lo largo del G7, las tasas de inversión netas son más bajas que antes de la crisis financiera. Se pronostica que el crecimiento de la productividad laboral mejorará un poco, pero se mantendrá muy por debajo del promedio que alcanzó entre 1995-2007; sobre todo, el alto endeudamiento sigue amenazando la recuperación.
En algunos países de altos ingresos, la relación de endeudamiento corporativo frente al Producto Interno Bruto ( PIB) se estabilizó desde la crisis, pero sigue aumentando en otros ( como Francia). Una parte de esa deuda se contrajo con el fin de recomprar acciones y así elevar sus precios. La deuda de los hogares sigue siendo alta en muchas economías de altos ingresos, incluidas las de los países como Estados Unidos ( EU) y el Reino Unido.
Las economías emergentes al menos no tienen una alta deuda en los hogares, pero muchas acumularon un considerable endeudamiento corporativo en moneda extranjera. La relación de la deuda corporativa con el PIB en China ahora es más alta que en prácticamente todas las economías de altos ingresos.
Entonces, ¿cuáles son los riesgos asociados con la deuda persistentemente alta y en aumento? Por encima de todo, más allá de cierto punto, tener más crédito tiende a reducir el crecimiento y aumentar la desigualdad. El riesgo más inmediato es que tasas de interés más altas podrían hacer que la deuda que en la actualidad es manejable llegue a ser inmanejable. Esto podría generar una segunda ola de crisis.
Una razón para creer que esto no sucederá es el cambio de los préstamos bancarios a los bonos corporativos. La capacidad de los intermediarios altamente apalancados, como los bancos, para soportar pérdidas es limitada. Una reducción en la importancia de ese tipo de instituciones debería hacer que estas economías altamente apalancadas sean más resistentes.
Una mayor dependencia en los bonos crea sus propios riesgos. Las economías de mercados emergentes están expuestas al riesgo de tipo de cambio. Además, si un número considerable de empresas entrara en bancarrota, sus bancos también sentirían efectos negativos. Por lo tanto, una transición del financiamiento bancario al de bonos también conlleva riesgos en economías con un alto endeudamiento.
Una pregunta crucial es por qué las tasas de interés podrían aumentar. Si los bancos centrales tuvieran que ajustar considerablemente la política monetaria, algunos deudores podrían caer en graves dificultades. Un endurecimiento como respuesta a la creciente inflación podría desatar una gran cantidad de incuplimientos de pagos y una desaceleración inesperadamente fuerte.
Ahora que está en marcha una recuperación, es esencial desapalancar a las economías. Los pagos relacionados con las acciones fomentan el exceso de endeudamiento: se debe volver a considerar en todo momento el trato que le da el sistema fiscal de cada país.
Mientras tanto, se deben hacer esfuerzos para aumentar la inversión pública y privada. Una de las áreas más importantes para incrementar las inversiones es la industria de la vivienda.
En términos generales, es importante la inversión dirige el repunte si se quiere mantener. La inversión pública tendrá que participar, sobre todo para mejorar la infraestructura y apoyar los vitales avances científicos y tecnológicos.
Los riesgos políticos también son altos, al igual que las amenazas al comercio liberal. Pero elevar la inversión y reducir la deuda es la prioridad. Como dijo el presidente John F. Kennedy en 1962, “el momento de reparar el techo es cuando brilla el sol”.
“El único miembro del G7 cuyo crecimiento no se espera que sea más alto que en 2016, es el Reino Unido. China y la India marcan el ritmo mundial”.