FANG CONTRA BAT
Los expertos prevén una guerra comercial de datos entre Facebook, Amazon, Netflix y Google y, desde el otro lado, Baidu, Alibaba y Tencent, batalla que podría “balcanizar” la conectividad en internet.
Es irónico que lo único en lo que podrían estar de acuerdo los secretarios de comercio al final de la séptima ronda de renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en la Ciudad de México, sea la necesidad de modernizar el acuerdo, tomando en cuenta el cambio hacia la economía digital, la que se ha convertido en el verdadero foco de cualquier guerra comercial futura.
Los aranceles al acero y al aluminio que anunció Trump, por supuesto han captado toda la atención en estos últimos días. Al final, la administración estadounidense exentó temporalmente a México y Canadá, y confirmó la imposición de aranceles de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio; sin embargo, el presidente Donald Trump dijo que dependerá de los resultados de la renegociación del TLCAN si se continúa con las exenciones de aranceles para ambos países.
Pero es probable que la pelea más grande sea sobre la propiedad intelectual y quién obtiene qué de ese pedazo de pastel, para los próximos años. Ahora, la mayor parte de la riqueza corporativa se encuentra en 10% o más de aquellas empresas con altos registros de propiedad intelectual, la mayoría de las cuales se encuentran en la costa oeste de EU.
Sin embargo, China comienza a ganar terreno en áreas clave como la inteligencia artificial y la informática cuántica, y también reservó la mayoría del sector tecnológico como un área “estratégicamente importante” en la que las compañías nacionales tienen preferencia, una de las razones por la cual el representante comercial de EU, Richard Lighthizer, inició una investigación de la “sección 301” sobre cómo funciona el sector tecnológico chino y si discrimina a EU.
La respuesta probable es que sí (se espera que el informe 301 finalice este verano), lo que podría resultar en que EU aplique barreras más estrictas a la inversión china en datos y tecnología de la información en EU. Eso podría dejar fuera a empresas como Alibaba. También es posible que se puedan llegar a ver nuevas reglas sobre visas chinas o aranceles sobre una mayor variedad de productos chinos.Otra pregunta estratégica es si los datos y la tecnología se convertirán en el tema de un proteccionismo más general relacionado con la defensa nacional.
De hecho se podrían presentar mejores argumentos respecto de la protección de la tecnología, como una justificación más acorde con la sección 232, cuya cláusula se refiere entre otras, a la “defensa nacional” y que el propio Trump invocó al referirse al mercado del acero.
El sector del acero en EU tiene mucha capacidad excedente y el artículo 232 también estipula que los aliados nacionales podrían llenar cualquier diferencia, algo que al parecer el presidente pasó por alto.
La tecnología, por su parte, tiene mucho más patentes y es más sensible, sin mencionar que es crucial para todas las industrias y para cada aspecto de la seguridad nacional así como la vita cotidiana.
Una guerra comercial basada en la tecnología generaría tres zonas: EU, China y Europa.
La Unión Europea ya comienza a tomar una dirección muy diferente a la de EU en términos de regulación del sector de alta tecnología, con reglas de privacidad más estrictas y límites sobre la cantidad de datos que las empresas pueden usar para la inteligencia artificial y de qué manera serán integrados al negocio.
Los europeos pueden optar por poner los datos en “depósitos” públicos a los que las compañías privadas podrían acceder con una supervisión pública en lugar de simplemente dejar que corporaciones estadounidenses como Google, Apple o Facebook los utilicen para su propio beneficio comercial.
Si este tipo de polarización regional llega a ocurrir, probablemente dejaría que los FANG ( Facebook, Amazon, Netflix y Google) sean los que dominen el mercado estadounidense, y la mayor parte de Europa donde pudieran tener acceso, y los gigantes de tecnología de China, conocidos como los BAT ( Baidu, Alibaba y Tencent) dominen en el Reino Medio ( China) y tal vez también un buen número de otras economías emergentes.
Una balcanización de ese tipo, a la que los expertos ahora denominan como “Splinternet”, cambiaría el funcionamiento de internet tal como lo conocemos. También representaría una batalla comercial que duraría un largo tiempo.
“Una balcanización de ese tipo, denominada como ‘Splinternet’, cambiaría el funcionamiento de internet tal como lo conocemos”.