Los taxis voladores
El fundador de Google, Larry Page, afina los detalles para entrar al negocio del transporte aéreo.
Durante varios meses una star
tup de coches voladores que tiene el respaldo de Larry Page realizó pruebas en secreto de aeronaves eléctricas autónomas en Nueva Zelanda. Kitty Hawk, con sede en Silicon Valley, espera que su aeronave Cora forme la base de un servicio de taxis aéreos en los próximos años.
Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda, dio a conocer a la empresa junto a Fred Reid, director ejecutivo de Zephyr Airworks, el operador de Kitty Hawk en el país.
“Cora se eleva como un helicóptero y vuela como un avión, lo que elimina la necesidad de una pista y crea la posibilidad de despegar desde lugares como los techos”, dijo la compañía en su sitio web. “Cora utilizará un software de vuelo autónomo junto con la supervisión humana para hacer posible el vuelo para personas sin entrenamiento”.
La firma Kitty Hawk, que recibió su nombre por el lugar donde se hicieron las primeras pruebas de vuelo de los hermanos Wright, recibió financiamiento personal de Page, de manera externa al grupo Alphabet.
Bajo la dirección de Sebastian Thrun, quien también es fundador del programa de coches de autoconducción y del servicio de educación en línea Udacity de Google, Kitty Hawk operó en gran medida en secreto hasta abril de 2017, cuando dio a conocer un prototipo de su Flyer, un avión ultraligero para una sola persona alimentado por ocho rotores eléctricos.
El Flyer se diseñó para usarse solo sobre agua y venderse a particulares. Cora es un vehículo más ambicioso, con 12 rotores independientes capaces de transportar a dos personas a alturas de entre 150 y 900 metros. Con una distancia de recorrido de 100 kilómetros y una velocidad máxima de 177 kilómetros por hora.
“La misión de Kitty Hawk es cambiar por completo la forma en que nos movemos en el mundo. Tendremos éxito si todos eligen volar todos los días”, dijo Thrun. “Con Cora, nuestro prototipo de taxi aéreo, aplicamos ocho años de investigación y desarrollo en una forma completamente ofreciendo una nueva manera de desplazamiento diario al trabajo”.
Kitty Hawk contempla operar un servicio “similar al de una línea aérea o un viaje compartido”. La compañía recibió un “certificado de aeronavegabilidad experimental” para el Cora en Nueva Zelanda y Estados Unidos. La compañía no comentó más sobre sus planes o pruebas en el mercado de EU.
Un sueño de mucho tiempo en la ciencia ficción, los autos voladores ahora reciben una oleada de inversiones para convertirse en realidad. Uber formó una división que se dedica a eso llamada Elevate que tiene planes de hacer la demostración de los vehículos voladores para 2020 en Dubai y en el área de Dallas-Fort Worth, en alianza con compañías aeroespaciales como Embraer y Pipistrel.
El mes pasado, A3, la división de Airbus con sede en Silicon Valley, dijo que su prototipo Vahana completó su primer vuelo de prueba con éxito. Entre las startups más pequeñas que también fijan la mira en los aviones de pasajero sin piloto se encuentran Lilium, Joby y Terrafugia. En septiembre pasado, Lilium, con sede en Munich, recaudó 90 millones de dólares de Tencent y firmas de capital riesgo como Atomico de Niklas Zennstrom y Obvious Ventures de Evan Williams.