LA INVERSIÓN ÉTICA
El más grande gestor de fondos del mundo, BlackRock, da a sus clientes una opción única: empresas no relacionadas con las armas.
Los estadounidenses hartos de la violencia con armas, ahora tienen la oportunidad de decidir con sus bolsillos. BlackRock, el mayor gestor de inversiones del mundo, dijo que crea varias opciones para los inversionistas que quieran evitar los rifles AR-15 y otras armas de fuego civiles.
Los fabricantes y la mayoría de los minoristas de armas ahora quedarán excluidos de los fondos mutuos más generales socialmente responsables y los fondos cotizados en bolsa de BlackRock.
Este tipo de fondos excluye históricamente a las compañías que fabrican bombas de fragmentación, reactores nucleares y cigarrillos, mientras que favorecen a las empresas que son calificadas como socialmente responsables.
A los inversionistas institucionales de BlackRock se les ofrecerá una opción aún más específica: pueden filtrar las acciones de armas de sus dotaciones e incluir fondos indexados libres de armas en las opciones de planes de pensiones de sus empleados, sin tener que frenar por completo la inversión ética.
Este nivel de rechazo puntual no tiene precedentes para BlackRock. El gestor de inversiones comenzó a analizar el problema después de la masacre, en febrero, de 17 personas en la preparatoria Marjory Stoneman Douglas High School en Florida, que provocó protestas generalizadas contra las leyes de armas de Estados Unidos (EU). La medida también se produce poco después de que el director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink, advirtiera a las empresas que el rendimiento financiero no era suficiente, que también tenían que “hacer una contribución positiva a la sociedad”.
Esa es una idea noble, pero los inversionistas han sido cautelosos sobre el impacto potencial en sus carteras al tratar de hacer el bien, mientras que al mismo tiempo les va bien económicamente.
Las “acciones sin” (pecado) — empresas que venden alcohol, tabaco, armas y juegos de azar— históricamente han tenido mejores resultados que el mercado en general. Y la experiencia reciente de Noruega tiende a respaldarlo. Su fondo de riqueza soberana comenzó a excluir ese tipo de acciones de sus inversiones de capital de base general en 2004. Esa decisión le costó aproximadamente 0.1 puntos porcentuales al año.
Por otro lado, el fondo calculó que excluir empresas individuales por cuestiones ambientales específicas, de derechos humanos y otras cuestiones éticas, aumentó sus rendimientos 0.04 puntos porcentuales al año. Durante un periodo de 12 años, el fondo calculó que la inversión ética redujo 1.6% los rendimientos, en comparación con su índice de referencia de acciones.
Noruega cree que presionar su agenda ética vale más que la pequeña cantidad de pérdidas en ganancias. El Ministerio de Finanzas amplió su prohibición para incluir a los grandes productores de carbón en 2016. En este momento debaten si deben agregar a la lista a las compañías petroleras por razones financieras.
Cada vez más inversores están empezando a seguir su ejemplo. La última revisión de la Global Sustainable Investment Alliance reveló, en 2016, que casi 23,000 millones de dólares en activos se administraban según criterios ambientales, sociales y de gobernanza, 25% más que en 2014.
Estas estrategias de ESG ( ambientales, sociales y de gobierno corporativo) no solo se vuelven más populares, sino más sofisticadas. Para los inversionistas que desean seguir sus principios, pero también darle seguimiento a un índice, los gestores de carteras empiezan a encontrar formas de “optimizar” los fondos ESG al reemplazar a las empresas excluidas con exposición adicional a los grupos con características similares, pero que obtienen mejores resultados en las calificaciones de ética y de gobierno.
BlackRock descubrió que podría mejorar la calificación de una ESG de una cartera en un nivel ( pasar de triple B a A) y mantener el error de seguimiento por debajo de 10 puntos base. Un aumento de dos niveles a doble AA provocó un error de seguimiento de 50 puntos base. A su vez, en un estudio que realizó Robeco, otra firma administradora de activos, en el año 2017, descubrió que el excedente de rendimientos de las acciones si podría replicarse mediante el análisis de otros tipos de factores de inversión, como los altos márgenes de utilidades.
En el caso de las acciones de armas de fuego de EU, los inversores que quieran seguir sus principios y evitar el sector podrían tomar menos riesgos de lo que alguna vez pensaron. Después de todo, el sector minorista estadounidense pasa por dificultades, incluyendo algunos de los propietarios más destacados de tiendas que venden armas: las acciones de Walmart, Kroger y Camping World tuvieron una caída de más de 15% desde el tiroteo de Parkland, y Remington, un prominente fabricante de armas, se declaró en bancarrota en marzo.
“Según la Global Sustainable Investment Alliance reveló, en 2016, que casi 23,000 mdd en activos se administraban según criterios ambientales, sociales y de gobernanza, 25% más que en 2014”.