“UNA EXPLOSIÓN DE INVERSIONES”
Con la Ley Fintech, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores tiene seis meses para redactar las disposiciones secundarias, será entonces cuando se conocerá su alcance. Se espera que detone más de 5,000 millones de pesos anuales para el sector.
¿Qué opina de la Ley Fintech?
Como empresa y como industria hemos abogado por una regulación. Eso puede, obviamente, fomentar la inversión y que los propios usuarios utilicen más las plataformas.
¿Cuáles son las otras razones por las que se necesitaba esa ley?
Es un sector que explotó. De entrada va a ayudar a que surjan más empresas fintech reguladas y eso va a fomentar la competencia. Así, el usuario, el cliente final, tendrá más opciones; podría decidir interactuar con una fintech o no, o seguir con un banco tal cual, pero ahora tiene un abanico de oportunidades.
Otro punto importante, que inclusive nosotros vivimos, es que los fondos de inversión nacionales o extranjeros antes decían: “oye, sí me interesa lo que están haciendo, pero no hay certeza jurídica para invertir”, y esta ley da certeza jurídica a esos inversionistas.
Tras la ley, ¿qué pudiera pasar en el sector, consolidación o crecimiento?
Los dos, definitivamente. Habrá una consolidación como en el sector bancario, porque si bien es cierto que esta regulación ayuda a que las fintech crezcan, también deben cumplir con ciertos criterios para operar. Por otro lado, imagínate que eres una empresa transnacional o que nada más te importa Latinoamérica y quieres fundar tu corporativo para atender el mercado de la región. ¿Dónde vas a poner tu empresa? ¿En Chile, en Brasil, donde no hay esta ley holística que te protege, o en México, donde ya tienes esa certidumbre?
Las inversiones post ley...
Es difícil estimar un número específico, pero sí puedo comentar que la inversión en fintech, en el mundo, ha sido de las más importantes para las nuevas
startups. Si ahora tenemos el cobijo de esta nueva ley en México, definitivamente puede llegar a generar una explosión de inversiones.
Con las API (Application Programming Interface), ¿cuál será la información financiera que se podría compartir?
Eso es muy importante porque las API van a tener diferentes niveles de autorización. Lo primero es que los bancos y las entidades financieras, en general, tendríamos la necesidad de publicar la información primero, básica, de los productos que ofrecemos, por ejemplo, ‘yo ofrezco este crédito con estos plazos y estas tasas’. La siguiente es información consolidada, pero no específica o anonimizada de la transaccionalidad.
La información detallada, que es la más importante, es la que va a permitir que se ofrezcan servicios más atinados y rápidos.
Ahora, gracias a una autorización bancaria y del cliente, sus datos de transacciones, su saldo, nóminas y demás pueden ser compartida con otro banco o una fintech para armar una oferta. Esta podría ser más rápida o más barata.
¿Qué ofrece México al sector?
Es estable macroeconómicamente y ahora tiene una buena legislación. En el tema de la inclusión financiera 4 de cada 10 mexicanos tienen un producto financiero básico, entonces la oportunidad de crecimiento es enorme, igual para el crédito.
Después de la Ley Fintech, ¿qué sigue para las empresas del sector?
Una vez publicadas las disposiciones secundarias tenemos máximo un año para meter nuestra autorización con la CNBV y a partir de entonces el organismo tiene 180 días para resolver.