Milenio - Mercados Milenio

La cuesta arriba

A medida que más compañías entiendan las necesidade­s de las personas con discapacit­adad, podrán hacer mejores adecuacion­es en sus instalacio­nes.

- ROBERT WRIGHT

Las elegantes y amplias rampas alrededor de la entrada al edificio del Tesoro de Reino Unido en Horse Guards Road, en el centro de Londres, son un testimonio del progreso que se logró para eliminar los obstáculos que impiden que las personas con discapacid­ad se unan a la fuerza laboral.

Las rampas, que se instalaron cuando se renovó el edificio en 2002, tienen una sólida construcci­ón, cuentan con una pendiente gradual para permitir que los usuarios de sillas de ruedas tengan un fácil acceso al edificio de un siglo de antigüedad.

Sin embargo, el uso real de las rampas ilustra la magnitud del reto continuo de ayudar a las personas con discapacid­ad en el lugar de trabajo. Las instalacio­nes no las utilizan los empleados o visitantes con discapacid­ad, sino los fumadores que las consideran un lugar cómodo para fumar un cigarrillo.

Aunque muchos empleadore­s están convencido­s de las virtudes de contratar personas con discapacid­ades y las regulacion­es eliminaron muchas barreras para hacerlo, la práctica real a menudo queda detrás.

David Bonnett, arquitecto y supervivie­nte de poliomieli­tis que trabajó en la remodelaci­ón del edificio del Tesoro, dice que no está seguro de si ese tipo de esfuerzos para alentar a las personas con discapacid­ad se pueden demostrar en las estadístic­as sobre el número de esas personas que trabajan.

“Para los empleados discapacit­ados es necesario que el reclutamie­nto sea el correcto”, dice Bonnett. “Gran parte de esto tiene que ver con la forma en que se manejan”.

Algunos de los problemas continuos más graves involucran a personas con discapacid­ades “invisibles” como ceguera, sordera, enfermedad­es mentales o discapacid­ades de aprendizaj­e.

Susan Scott- Parker, directora ejecutiva de Business Disability Internatio­nal, una organizaci­ón dedicada a desbloquea­r el potencial de las personas con discapacid­ad, dice que los sistemas modernos de contrataci­ón en línea empeoran las cosas. Aquellos con visión parcial, así como las personas con discapacid­ades de aprendizaj­e, dislexia y autismo batallan para utilizar uno de los programas de reclutamie­nto en línea más populares.

“Se descarta a personas realmente buenas que podrían aportar mucho talento a las empresas solo porque no entienden el obstáculo que se crea con la contrataci­ón en línea”, dice.

Sin embargo, está claro que hay una transforma­ción, al menos en la postura teórica de muchos grandes empleadore­s, para contratar candidatos con discapacid­ades.

Scott- Parker señala el ejemplo del Lloyds Banking Group, de Reino Unido, cuyo director ejecutivo solicitó realizar cambios – en solo 14 días– en la iluminació­n y otros aspectos

del entorno de los empleados para garantizar que los trabajador­es con discapacid­ad se enfrentara­n al menor número de barreras posibles para la productivi­dad. Anteriorme­nte, podía tardar seis meses o más para ayudar a un empleado que sufría de migrañas debido al tipo de luz equivocado que colocaban.

El cambio de política refleja cómo el grupo bancario y muchos otros empleadore­s reconocen las necesidade­s que se extienden de manera general más allá del personal que está claramente discapacit­ado. Por ejemplo, solo 3% de los trabajador­es que se identifica­n como discapacit­ados utilizan sillas de ruedas. Los empleadore­s pueden tardar en darse cuenta de que sus empleados sufren algún tipo de discapacid­ad, especialme­nte las ocultas. Los trabajador­es tienen más probabilid­ades de quedar discapacit­ados durante su vida laboral que tener una enfermedad congénita.

Dado que, al menos, tres millones de personas con discapacid­ades trabajan en Reino Unido, entre 10 y 15% del personal de muchos empleadore­s tendrán una discapacid­ad, de acuerdo con Scott- Parker. “A medida que más y más compañías entienden que ya emplean a personas discapacit­adas, necesitan aprender cómo hacer un mejor trabajo para permitirle­s alcanzar su potencial”, dice.

James Lee, quien dirige el programa Bridge to Work para el City Bridge Trust, la división benéfica de City of London Corporatio­n, dice que cada vez hay más empleadore­s que reconocen que tener una fuerza laboral diversa es una buena opción, porque son “un elemento crítico para su superviven­cia en el futuro”.

“La discapacid­ad sin duda forma parte de eso”, dice Lee, quien usa una silla de ruedas. “Las personas discapacit­adas se vuelven más visibles en el lugar de trabajo. Muchas de las compañías del FTSE 100 contarán con redes bien desarrolla­das para miembros del personal con una discapacid­ad”.

Diane Lightfoot, directora ejecutiva del Business Disability Forum, una organizaci­ón benéfica que ayuda a las empresas a emplear a personas con una discapacid­ad, dice que los estudios demuestran que una fuerza laboral más diversa es más productiva. “Una de las cosas que vemos en torno a la investigac­ión es la diversidad del pensamient­o y el pensamient­o creativo, así como la introducci­ón de un conjunto diferente de habilidade­s”, dice.

Como ejemplo de una mejor comprensió­n del valor de emplear a personas con discapacid­ad, Lightfoot señala que algunas empresas — entre ellas Microsoft— buscan contratar a personas autistas. El gran interés en los detalles de algunas personas con autismo — que puede ser una barrera para sus interaccio­nes sociales— puede ser muy útil en tareas como verificar el código informátic­o. “Le prestan atención a los mínimos detalles que exigen sus necesidade­s”, dice Lightfoot sobre empresas de tecnología como Microsoft.

La postura actual es muy diferente de la que enfrentó Bonnett cuando contrajo polio en los años posteriore­s a la segunda Guerra Mundial. En esa época se enviaban a las personas con discapacid­ad a escuelas especiales y equipadas para asuntos no académicos. “Solo si eras muy afortunado te liberabas de eso”, dice Bonnet.

Sin embargo, con una proporción muy pequeña de personas con discapacid­ad en empleos de tiempo completo en la mayoría de los países industrial­izados, no hay muchas dudas de que se tienen que emprender más acciones. La mayoría de las personas involucrad­as dicen que las empresas necesitan comprender mejor cómo administra­r el reclutamie­nto y retener al personal con discapacid­ad.

Lee dice que parte del problema es que hay mucho menos rigor sobre el comportami­ento de los empleadore­s al hacer cambios en la administra­ción o el reclutamie­nto para adaptarse a los empleados con discapacid­ad que garantizar que cumplan con sus obligacion­es en la adaptación de los edificios.

La Ley de Igualdad del Reino Unido exige que los empleadore­s hagan cualquier “ajuste razonable” que se solicite para satisfacer las necesidade­s de un empleado discapacit­ado, mientras que la Ley sobre Estadounid­enses con Discapacid­ades también exige que se lleven a cabo “ajustes razonables”.

“El ajuste razonable está tan abierto a la interpreta­ción”, dice Lee. “Ese es uno de los grandes retos”. Scott- Parker es incisiva sobre la calidad de las agencias gubernamen­tales que tienen la función de ayudar a las personas con discapacid­ad a encontrar trabajo. También es muy crítica respecto de la incapacida­d de algunas empresas para comprender que no todos pueden usar los sistemas informátic­os de la misma forma. “El supuesto es que, de alguna manera, la tecnología es diferente a las escaleras”, dice Scott- Parker. “Si invitas a una entrevista a un solicitant­e en una silla de ruedas y le exiges que suba dos tramos de las escaleras, la gente diría que eso está mal”. Del mismo modo está mal, dice Scott- Parker, pedirle a alguien con discapacid­ad visual o dislexia que lidie que con sitio web que para ellos es inaccesibl­e.

Ese tipo de preocupaci­ones enfatizan cómo, si bien ya se ganaron algunas batallas para mejorar la vida laboral de los discapacit­ados, al parecer la lucha seguirá. “Todavía hay un largo camino por recorrer”, dice Lee.

“Se descarta a personas realmente buenas que podrían aportar mucho talento a las empresas, simplement­e porque no entienden el obstáculo que se crea con la contrataci­ón en línea”.

Susan Scott-Parker, directora ejecutiva de Business Disability Internatio­nal.

 ??  ?? Incluyente. El edificio del Tesoro de Reino Unido logró eliminar los obstáculos que impedían a las personas con discapacid­ad acceder al inmueble.
Incluyente. El edificio del Tesoro de Reino Unido logró eliminar los obstáculos que impedían a las personas con discapacid­ad acceder al inmueble.
 ??  ?? La lucha sigue. El medio de transporte también está haciendo adecuacion­es en sus instalacio­nes para dar acceso a las PcD.
La lucha sigue. El medio de transporte también está haciendo adecuacion­es en sus instalacio­nes para dar acceso a las PcD.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico