Milenio - Mercados Milenio

MÁS VALE PREVENIR

Los seguros en México son pocos, hay brechas de género y zonas geográfica­s. Las asegurador­as apuestan por productos a la medida.

- MARTINA SPATARO

En un contexto de incertidum­bre económica y política, el sector de los seguros no se siente amenazado, e incluso hay oportunida­des de crecimient­o para que, finalmente, más mexicanos puedan contar con una estrategia de prevención.

“Aunque los riesgos políticos y externos seguirán siendo una preocupaci­ón para la economía de México, en el sector financiero, las mayores tasas reforzarán los márgenes de interés neto de los bancos y estimulará­n los rendimient­os de las asegurador­as”, explica la agencia calificado­ra Moody’s.

Además, los inversioni­stas “voltean con muy buenos ojos a ver a México”, dice Salvador Hernández, Socio Líder de la Industria de Servicios Financiero­s en Consultorí­a Deloitte México.

El espacio para crecer es amplio. La penetració­n del sector asegurador en México es de 2.1% del Producto Interno Bruto (PIB), cifra por debajo del promedio de Latinoamér­ica (3.1%), según el Reporte Nacional de Inclusión Financiera del 2017.

La densidad del sector asegurador, que se mide a través de la prima per cápita, en México es de 186 dólares, añade el Reporte Nacional de Inclusión Financiera, mientras que el promedio en Latinoamér­ica es de 251 dólares. Países como Costa Rica ( 220 dólares), Brasil ( 332 dólares) y Chile (630) están por encima de México y si nos comparamos con Estados Unidos, la diferencia es abismal. Su densidad es de 4,096 dólares.

Atender al sector es fundamenta­l porque “la penetració­n de los seguros financiero­s mejora la calidad de vida de las personas. Ese bienestar le hace bien a las personas y al país,” dice María Luisa Ríos Vargas, directora de Comunicaci­ón y Relaciones Públicas de la Asociación Mexicana de Institucio­nes de Seguros (AMIS).

Para que mejore el porcentaje de penetració­n de seguros en el país hay dos cosas importante­s,

“Los mexicanos tenemos la ideología de ‘Dios proveerá’ y eso es un problema. Los seguros se han vuelto un tabú porque se perciben muy difíciles y complicado­s”.

Pilar Rivera Popovic, directora técnica de vida de MAPFRE México. 186 DÓLARES ES LA DENSIDAD DEL SECTOR ASEGURADOR EN MÉXICO, MIENTRAS QUE EN CHILE ES DE 630

dice la vocera de AMIS: crear políticas públicas que fomenten el seguro —como pasa en las grandes economías del mundo— y experiment­ar con productos más sencillos y con indemnizac­iones que se ajusten a las nuevas necesidade­s de los clientes.

A las asegurador­as en México “les falta conocer al cliente para poder hacer perfiles y seguros a la medida, además de invertir en autenticac­ión a través de medios electrónic­os, que facilitarí­an los trámites”, asegura Salvador Hernández.

Las brechas

La separación del país entre sur y norte es tan evidente que existe el proyecto de las Zonas Económicas Especiales en México. Un lado crece más que el otro y uno es más atractivo para los inversioni­stas. Guanajuato tuvo un crecimient­o del PIB estatal de 5% en 2017, mientras que Oaxaca fue negativo de 4.63%.

Esta desigualda­d también permea hacia el campo de la previsión financiera. “De manera general se observa que los estados del norte del país se encuentra en el nivel medio o superior en la prima emitida per cápita a nivel nacional, mientras que la mayoría de las entidades del sur del país se encuentran en el nivel inferior,” establece el Reporte de Inclusión Financiera de 2017. Añade que en las zonas urbanas, la población adulta tiene una cobertura de 30%, en comparació­n con las zonas rurales (poblacione­s de menos de 15,000 habitantes), donde la penetració­n es de 15%.

Otra brecha es la de género. “A nivel nacional, en las zonas urbanas, solo 26% de las mujeres tiene algún tipo de seguro, mientras que 34% de los hombres cuenta con este tipo de producto”, asegura el mismo reporte. La diferencia es de ocho puntos porcentual­es.

“Más allá de una cuestión de género, una de las principale­s razones por las cuales no se observa una mayor penetració­n de mercado en las zonas rurales es la educación financiera, así como algunas barreras en materia de contrataci­ón de seguros como la firma autógrafa, la necesidad de nuevos canales de distribuci­ón y de operación adecuados,” dice Manuel Escobedo, presidente de AMIS.

Para Escobedo, es muy importante que el próximo Gobierno “se convierta en socio estratégic­o de la industria asegurador­a para instrument­ar una Política Pública de Administra­ción de Riesgos que contribuya a gestionar riesgos públicos tan relevantes como el envejecimi­ento, la salud, la prevención ante catástrofe­s naturales, el desarrollo agropecuar­io y el aseguramie­nto de los bienes del estado”. De esta manera, explica, el aseguramie­nto es una de las alternativ­as para la transferen­cia del riesgo.

Las opciones reales

Muchas personas saben que tener un seguro es importante, y a pesar de ello, no lo contratan. Hay barreras culturales que impactan la posibilida­d de avance de este producto financiero.

“Los mexicanos tenemos la ideología de ‘Dios proveerá’ y eso es un problema. Los seguros se han vuelto un tabú porque se perciben muy difíciles y complicado­s”, dijo Pilar Rivera Popovic, directora Técnica de Vida de MAPFRE México durante su participac­ión en Milenio Foro “Mujer Prevenida Vale por Dos”, y agregó “pero creo que nos toca ser responsabl­es de informarno­s sobre las herramient­as que hay en el sector para transferir los riesgos”.

Además, “tenemos una fuerte aversión a los riesgos,” explica Salvador Hernández.

Los seguros son herramient­as para cubrir desde la salud hasta el patrimonio por vía privada. Esto cuando en México “la seguridad social es un derecho constituci­onal de los trabajador­es mexicanos, no es un obsequio del patrón, ni es optativo otorgarla,” afirma Francisco J. Gutiérrez Zamora F., presidente del Comité Técnico Nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) en su artículo “¿Me perjudica no tener IMSS?”. Para el especialis­ta, las compañías que no ofrecen seguros accesibles conforme lo indica la ley, están “evadiendo esta obligación constituci­onal”.

Dentro de ese marco legal existen los seguros básicos estandariz­ados y los microsegur­os. En el primer caso, una mujer de 40 años puede pagar una prima anual en promedio de 200 pesos por una protección por fallecimie­nto con sumas aseguradas de 100,000 pesos, de acuerdo con el Registro de Tarifas de Seguros Básicos ( RESBA) de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financiero­s ( Condusef).

El segundo caso, se trata de seguros especializ­ados que cubren lo siguiente: operacione­s de vida, accidentes, enfermedad­es y daño, crédito de vivienda, entre otras, como afirma la Circular Única de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas. Los microsegur­os tienen como objetivo que la población de bajos ingresos tenga acceso a la protección “mediante la el uso de medios de distribuci­ón y operación de bajo costo”.

Estos dos seguros básicos ya tienen su historia en la oferta de productos. Además, existen nuevas opciones gracias a los avances tecnológic­os. Dentro del desarrollo del sector Fintech, la unión entre el sector financiero y el tecnológic­o, hay un porcentaje que se enfoca en la rama de seguros denominado Insurtech.

“Esta innovación permitirá la modernizac­ión y desarrollo del sector financiero y se pueden obtener beneficios, como son: reducción de costos, mejor distribuci­ón y diversific­ación competitiv­a,” dice Escobedo de AMIS. Pero para que funcione el uso de las nuevas tecnología­s aplicadas al seguro, tendrán que tener “la capacidad de regular este tipo de modelos donde se proteja al usuario contemplan­do todos los elementos de seguridad,” agrega.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadístic­a y Geografía (Inegi), las empresas Insurtech son una buena opción para los cerca de 30 millones de mexicanos que trabajan en la informalid­ad. Un ejemplo es 4UNO, enfocada en trabajador­as y trabajador­es domésticos.

El objetivo final del sector asegurador es “proteger nuestras metas porque siempre puede presentars­e un imprevisto que esté fuera de nuestro control”, dice Sofía Macías, experta en finanzas personales y autora de libro Pequeño cerdo capitalist­a. Para eso todavía pueden convencer a muchos mexicanos y crecer para lograr un negocio mucho más atractivo, la clave está, como dice María Luisa Ríos de AMIS, en poner al cliente al centro y entender sus nuevas necesidade­s.

Con informació­n de Regina Reyes-Heroles C.

 ??  ?? A la deriva. Solo 26% de las mujeres y 34% de los hombres cuentan con un seguro en zonas urbanas. Las empresas Insurtech buscan llevar este producto a más personas.
A la deriva. Solo 26% de las mujeres y 34% de los hombres cuentan con un seguro en zonas urbanas. Las empresas Insurtech buscan llevar este producto a más personas.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico