Humans of Fashion, el #MeToo de la moda
Antoniette Costa y Kristina Romanova fundaron Humans of Fashion, el #MeToo de la moda, que asiste legalmente a las víctimas de abuso.
Los fotógrafos me tocaban de forma inapropiada o me hacían sentir incómoda. No quieres arruinar la oportunidad que se te brinda, o el ambiente en el set, pero eso nadie lo dice”.
La graduada de derecho, cantante y compositora de 32 años de edad, Antoniette Costa, cofundó el grupo benéfico sin fines de lucro en Estados Unidos (EU) a principios de este año, para empoderar a las víctimas de abuso dentro de la industria de la moda. “Llamamos a nuestra organización Humans of Fashion porque es inclusiva y para todos, hombres o mujeres”, dice.
La organización fue lanzada en internet en febrero pasado por Costa y la modelo de 24 años de edad, Kristina Romanova, previo a la Semana de la Moda de Nueva York. Su objetivo es ofrecer a modelos, asistentes, estilistas, maquillistas y a cualquier persona cuyo trabajo toca la industria de la moda, un lugar seguro para acudir y solicitar ayuda.
Por medio de una aplicación que se lanzará este verano, los usuarios podrán elegir entre una amplia gama de servicios. Los reúnen con un mentor, un terapeuta certificado o —para los que buscan asesoría y acciones legales— un abogado subsidiado, dependiendo de las necesidades. “Estamos dispuestos a ayudar con cualquier forma de mala conducta”, dice Costa.
Antoniette añade: “No siempre tiene que ser por acoso o agresión sexual”.
La aplicación será gratuita para descargar, y aunque por el momento el servicio estará disponible solo para los que busquen apoyo legal en EU, Antoniette y Kristina también hablan con abogados en Europa y otras partes del mundo para ampliar su red de ayuda. Así como los movimientos #MeToo y Times Up centraron la atención en los abusos que padecieron los que trabajan en la industria cinematográfica, el dúo de Humans of Fashion espera que su empresa ofrezca un servicio similar para mujeres y hombres que han tenido poco apoyo dentro de la industria.
Aunque los servicios de terapia son variados, Costa y Romanova afirman que esta será la primera aplicación dedicada a quienes trabajan en el mundo de la moda, y se muestran firmes en cuanto a que la red seguirá siendo gratuita.
El proyecto fue promovido por Kristina Romanova, quien abandonó Rusia cuando era una adolescente para comenzar su carrera como modelo en Nueva York. Ella es una invitada habitual en las pasarelas. “Modelo desde que tenía 16 años y muchas veces en el set sentí que algo estaba mal”, dice. “Algunos fotógrafos destacados me tocaban de forma inapropiada o me hacían sentir incómoda. No quieres arruinar la oportunidad que se te brinda, o el ambiente en el set, pero eso nadie lo dice”.
Romanova llevó su idea a Costa. “Acudí a ella porque sabía que estudiaba derecho de la moda”, dice Kristina. “Y sabía que ella querría ayudar”.
El momento fue significativo. “Un mes antes estuve involucrada en un incidente de acoso que en realidad culminó en un ataque”, dice Costa, quien obtuvo un doctorado en jurisprudencia de la Fordham Law School en 2016 y, junto con su exitosa carrera como compositora, trabaja en el departamento legal de Louis Vuitton. “Pero sentía tanta pasión sobre este tema que quería participar”.
Costa sabe lo intimidante que puede ser iniciar una acción legal. “Da miedo cuando estás en un lugar nuevo, una ciudad nueva y no conoces los sistemas legales”, dice. “A veces el sistema legal casi puede sentirse como otra forma de acoso. Con esta aplicación queremos que las personas sientan que van a recibir ayuda”.
Usando sus contactos en la industria de la moda, Costa y Romanova aseguraron suficiente inversión privada para lanzar su sitio y contratar un equipo de desarrollo de aplicaciones. Su lanzamiento lo organizó el empresario internacional y consultor político David Zaikin.
“La aplicación tiene como objetivo proporcionar un servicio completo”, dice Costa. “Cada persona es diferente, con problemas únicos, y todas quieren manejar las cosas a su modo. Nos dimos cuenta de que no queríamos que se centrara únicamente en soluciones legales, ya que no todos quieren seguir la ruta legal”.
Parte de una red en crecimiento, Costa y Romanova también están en contacto con otros grupos con el objetivo de corregir los errores en la industria de la moda. Estos incluyen a las personas detrás de la cuenta de Instagram @fashionassistants, un grupo anónimo que publica historias de mala conducta y abuso; Model Mafia, un colectivo que utiliza sus plataformas personales para fomentar la sustentabilidad dentro de la moda, y más recientemente, la Asociación de Mujeres de Finanzas (Financial Women’s Association), que se centra en cuestiones de acoso sexual en el sector financiero y cuenta con más de 900 miembros. El impulso que se generó por el movimiento Times Up también ayudó a difundir el mensaje. “No sabemos qué tan grande llegará a ser la demanda cuando se lance la aplicación”, dice Costa. “Ya recibimos cientos de correos electrónicos a través de nuestro sitio y redes sociales”.
Todavía se tienen que superar algunos obstáculos antes de que pueda iniciar la aplicación. “El problema que tenemos ahora es encontrar el apoyo médico adecuado”, dice Romanova. Agrega: “para asegurarnos de que estén verificados, hablamos con varios administradores de hospitales y clínicas”.
Ambas mujeres se tiene ambiciones para Humans of Fashion. “Al final, queremos tener un arraigo dentro de la comunidad de la moda y cumplir con lo que prometemos”, dice Costa.