MUCHAS PREGUNTAS SIN RESPUESTAS
El NAIM es necesario y benéfico para México, al cancelarlo, los mercados financieros nos pasarán factura.
Tengo un sin fin de preguntas en relación con el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM); yo no entiendo mucho de política y por eso no me meto en varios temas de hoy, pero el asunto del NAIM me interesa por las implicaciones económicas que conlleva.
El proyecto es de interés nacional, no es solo importante para la capital del país; la construcción del nuevo aeropuerto, además de beneficiar enormemente a una de nuestras principales industrias (el turismo), tiene alcances aún mayores, ya que nos da la oportunidad de mejorar la conectividad del país.
Aún existen muchas poblaciones a las que no se puede acceder por vía aérea y se nos olvida que nuestra geografía es complicada. Por eso y otras razones, como la de no contar con redes ferroviarias extensas y suficientes para transportar personas y mercancías, la aviación es la solución natural para traspasar las dos grandes cordilleras que atraviesan el territorio nacional.
El contar con una mejor comunicación en nuestro extenso territorio debe ser una de las principales prioridades del gobierno entrante; si estuviéramos mejor comunicados, muchos proyectos se lograrían en forma más eficiente. Pensemos en lo que tenemos que hacer en los rubros de educación, salud, y qué decir en materia de seguridad; todos estos servicios que tiene que ofrecer el Estado mexicano, sería más fácil realizarlos si estuviéramos mejor comunicados. El nuevo aeropuerto no es la solución total a estas problemáticas, pero abona muchísimo a mejorar la comunicación.
Así mismo, este proyecto representa la creación de un polo de desarrollo en una de las zonas más pobres del área metropolitana, ya que generará 400,000 nuevos empleos en un país que, con mucho trabajo, crea 650,000, el 60% de los empleos que se generan en un año. Además, el NAIM provoca una derrama económica que le cambiará, para bien, la fachada al área metropolitana.
Por qué insistir en cancelar la obra y dar como alternativa una solución raquítica y de muy poco alcance, por qué poner en duda los conocimientos de los expertos que están a favor del proyecto de Texcoco y querer imponer la opinión de “expertos chilenos“que nadie conoce, por qué la insistencia del futuro secretario de Comunicaciones en politizar el tema y crear tanta controversia, por qué hacer una consulta en la que nadie cree. Como dije al principio, tengo muchas preguntas que nadie me ha podido contestar.
Si el proyecto del NAIM se cancela, los mercados financieros nos van a pasar la factura, y la razón es que se estaría cancelando un proyecto que a todas luces es benéfico y muy necesario para México.