MÉXICO Y LA CRISIS MUNDIAL
De un impacto financiero como el que se vivió hace una década es complicado quedar exento.
La crisis financiera que detonó en Estados Unidos (EU) en 2008 dejó grandes lecciones.
México no salió exento del percance global, pero a diferencia de EU, el sector inmobiliario mexicano tuvo una historia muy distinta hace una década. De acuerdo con el director de GBM, Iván Barona, mientras que en EU explotó la burbuja de endeudamiento, debido a los cambios en las regulaciones crediticias y al apalancamiento financiero para la compra de terrenos, en nuestro país las normas en el sector de la vivienda fueron más estrictas y el impacto económico no se sintió con tanta fuerza.
“México y EU van de la mano, pero esta crisis se dio muy rápido, y sorprendió por lo súbita que fue, además tuvo un rebote muy precipitado. Si la comparamos con la gran depresión de 1929, donde pasaron décadas para que el sector se recuperara, en la crisis de 2008 se recuperaron en dos o tres años”, dice Barona.
En México, dice Barona, “los niveles de la capitalización de los bancos en el país se encuentran sanos” y añade que “tener un plan de acción es vital para que este sector se mantenga estable y pueda afrontar percances a futuro”.
Alejandro Saldaña, gerente de Análisis Económico de Banco Ve por Más, dice que “el Sistema Financiero Mexicano (SFM) cuenta con niveles de sanidad de cartera y capitalización robustos, ya que el índice de morosidad muestra una tendencia a la baja en los últimos años”.
Es importante estar prevenidos ante cualquier incidente que se pueda presentar, a pesar de que los expertos aseguran que es poco probable que se vuelva a presentar una crisis financiera en los próximos años en el país.
“La situación que atraviesan los países como Turquía y Argentina genera inquietud en torno al desempeño de los mercados emergentes en general”, explica Saldaña.
Pero, “los indicadores macroeconómicos en México distan de aquellos países. Factores como una alta tasa de interés, un crecimiento económico estable, diversificación de las exportaciones, así como un déficit fiscal y comercial relativamente modestos, son diferenciadores que podrían ofrecer resistencia ante episodios de alta volatilidad global y ayudar a nuestro país ante una emergencia financiera en un futuro” , concluye el analista.
Yazmín veloz.