LOS RETOS DEL NUEVO GOBIERNO
Deberá reducir los altos niveles de endeudamiento y mantener la inversión extranjera en el sector energético.
Dejando atrás el desafortunado evento del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM), nos quedan las secuelas de los efectos negativos que deja tan mala decisión: un dólar caro, tasas de interés más elevadas, desconfianza y una comunidad financiera internacional que empieza a dudar de las ventajas de un cambio de régimen en México.
La mesa estaba puesta para un comienzo de gobierno con todo a su favor, y ahora el panorama se llenó de nubarrones. ¿Se podrá revertir esta situación? Yo pienso que sí; finalmente, la cancelación del NAICM no me lleva a pintar un escenario catastrófico, y espero que las próximas decisiones del nuevo gobierno lo confirmen.
Los retos para la nueva administración son enormes: en primer lugar, la Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos, que se presentará el 15 de diciembre, deberá ser equilibrada y fiscalmente correcta. Esto quiere decir que el paquete fiscal estipule que no se gaste más de lo que se reciba, y quede un pequeño remanente a favor ( superávit primario) que nos permita reducir los altos niveles de endeudamiento que tenemos.
La gran pregunta es cómo será esto posible, cuando también se tratará de cumplir con las muchísimas promesas que hizo el futuro presidente. ¿Qué programas actuales se cancelarán? ¿De dónde saldrán los recursos? En el presupuesto no se pueden dar respuestas abstractas, como que al disminuir la corrupción habrá muchos recursos, por lo que será necesario que este se presente con la mayor seriedad.
Otro reto muy importante en el ámbito económico tiene que ver con la Reforma Energética. No me equivoco al decir que este tema tiene mayor relevancia que el NAICM, pues para los inversionistas extranjeros en este país, el tema del petróleo es prioritario. Aun cuando no nos podemos considerar más como una potencia petrolera, para los inversionistas del exterior sí lo somos, y muchas de sus decisiones para invertir en nuestro país se han hecho alrededor del petróleo.
México tiene muchos activos valiosos que no son los hidrocarburos, pero la industria energética es la única que nos ofrece la oportunidad de generar los mayores flujos de inversión extranjera directa que jamás hayamos visto. La Reforma Energética abrió la puerta para que la comunidad internacional invierta en México, y ayudarnos así a explotar el potencial que tenemos en materia energética. ¿Por qué necesitamos de la inversión extranjera para todo esto? Porque nosotros no tenemos el dinero ni la tecnología para explotar este recurso natural.
No quiero ser agorero del desastre, pero si no se respeta la Reforma Energética, nuestro país podría enfrentar una enorme crisis financiera con todas las consecuencias negativas que esto conlleva.
Hay muchos retos en temas aún más importantes que los económicos. Algunos no pintan bien, como el de la educación, donde se pretende echar para atrás muchas cosas buenas que logró esta administración y regresar al pasado que personifica Elba Esther Gordillo. También está el desafío de la seguridad, que es prioritario, y muchos más.
Ojalá el nuevo gobierno tenga la sabiduría para enfrentar estas contiendas y lo haga en favor de todos los mexicanos; pero cuando digo todos, ¡son todos!