TRABAJADORES DE PEMEX, CÓMPLICES DE LA ORDEÑA
El gobernador Miguel Márquez destaca que la impunidad está dentro de la misma empresa, pues los delincuentes no tienen conocimientos de extracción de combustible; pide sanción efectiva y cambiar estándares de medición del delito
En el robo de combustible, el gobierno de Guanajuato no solo culpa a los llamados huachicoleros, sino a Petróleos Mexicanos (Pemex), pues considera que el enemigo se encuentra dentro de la paraestatal.
También se queja de la legislación vigente para combatir este delito, pues permite que quienes delinquen sean liberados de inmediato. A esta inconformidad se suma la preocupación del sector empresarial, porque esta actividad se ha convertido en un grave problema social.
El gobernador Miguel Márquez considera que la ordeña de los ductos solo es posible con la complicidad de trabajadores o ex empleados de la petrolera. De lo contrario, cómo hacen los delincuentes si no tienen conocimientos de extracción de combustibles...
“El problema está desde adentro (de Pemex) y también en la impunidad. Pese a las detenciones que se realizan, el problema prevalece porque no hay una sanción efectiva del delito”, dice.
De acuerdo con la Procuraduría General de la República (PGR), en los últimos 10 años Guanajuato concentra el mayor número de tomas clandestinas en el país, con 3 mil 511.
En una respuesta a una solicitud de información, la dependencia detalló que en el mismo periodo aseguró mil 168 vehículos que eran usados para transportar el hidrocarburo hurtado.
Celaya, Guanajuato, Irapuato, León, Salamanca (donde se encuentra una refinería de Pemex), San Miguel de Allende y Uriangato son los municipios que concentran este delito.
El año pasado, esta entidad registró mil 309 tomas clandestinas, apenas por debajo de Puebla, con mil 700. De 2014 a inicios de 2017 se hallaron alrededor de 2 mil 866 tomas, según información de la paraestatal solicitada por transparencia.
Las autoridades locales también quieren que cambien los estándares de medición de este delito, pues “para dimensionar las pérdidas de hidrocarburo por entidad debería existir un registro en litros, un trabajo que debe realizar Pemex”.
“Por más ductos que encontremos perforados, que las mediciones sean estrictas para saber cuántos litros
Al interior de la planta de la petrolera, 80% del hurto en el estado, dice el titular de Seguridad
se robaron y en qué estado. Que Pemex corrija lo que tiene adentro y no nada más en Guanajuato, sino en todo el país.
“La información de Pemex es que 80 por ciento del robo de hidrocarburo en Guanajuato se realiza al interior de la planta, lugar donde no podemos entrar”, señaló Alvar Cabeza de Vaca, secretario de Seguridad Pública.
Del 15 de abril de 2014 a mayo de 2017 se recuperaron 3 millones 40 mil 250 litros de diversos tipos de hidrocarburo, y se detuvo a 631 personas presuntamente vinculadas a la venta, sustracción y trasiego de combustible robado.
“Nosotros hemos hecho un gran esfuerzo, lamentablemente 90 por ciento de los detenidos anda fuera, es la puerta giratoria, los detienen y salen. El tema es la impunidad”, reclama el mandatario estatal.
Por ello insiste en la necesidad de reformar el artículo 19 constitucional para incrementar la gravedad del delito de sustracción de hidrocarburo, a fin de que quienes sean detenidos enfrenten el proceso en prisión preventiva oficiosa, además del endurecimiento de las penas y multas por este delito.
Los organismos empresariales y civiles también están preocupados por el avance de esta problemática y piden actuar a las autoridades antes de que el problema sea mayor.
“El robo de combustible deriva en otros delitos que pueden llegar a más municipios, y también estamos conscientes de la gran merma al erario. Sabemos que parte del problema está dentro de la misma paraestatal”, dice Gustavo Guraieb, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de León.
El aumento en los delitos en el estado, principalmente los asesinatos, en 36 por ciento, en el primer trimestre de este año, inquieta a los líderes de la iniciativa privada.
“Sí vemos una escalada en los delitos. Además, es un problema que se convierte en un tema cultural. En los pueblitos, las familias son parte del robo y el origen de este problema es la falta de oportunidades. Si todas estas familias tuvieran un ingreso fijo no tendrían que buscar este tipo de delitos”, comenta Jorge Ramírez, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) León.
Al sur de León, la capital, en la colonia irregular San Juan de Abajo, este delito es plenamente reconocido por sus habitantes. Se trata de una zona entre la autopista León-Salamanca y las vías del tren, con alto grado de marginación, donde carecen de servicios básicos como drenaje, agua potable y pavimentación.
En la comunidad son constantes los incendios provocados por tomas clandestinas. La presencia de halcones evidencia que es un lugar usado para el robo de combustible.
“Aquí cada quien sabe a lo que se dedica. Las camionetas están bien identificadas; en el día se ve cuando pasan los tinacos repletos de combustible, ¿qué otra cosa va a ser?, si hasta huele bastante”, relata una habitante.
A decir de los pobladores, este delito también provoca un incremento en la delincuencia. “Siempre ha habido delincuencia, pero ahora se siente más, porque ahora a quien se deja pues ya les pasan un dinerito con tal de que les ayuden y los dejen robar... y ¿quién no lo va a querer?”, expone una ciudadana.