Atacar el mercado negro, la apuesta
Encarecer la operación del crimen organizado en el robo de combustible es una vertiente que se evalúa en la estrategia nacional para combatir el mercado negro.
El director general de Pemex, José Antonio González Anaya, explicó que la vigilancia de los ductos ya no es suficiente, por lo que se busca la judicialización, es decir, que sea penada la ordeña.
Precisó que el objetivo es que el crimen organizado y las personas involucradas tengan una mayor percepción de riesgo e incrementar la seguridad en la infraestructura.
Para ello, Pemex sigue apostando por Scada (sistema supervisor de control y adquisición de datos) para la vigilancia de los ductos. Hace 20 años inició la implementación de esta tecnología en los 32 mil kilómetros de la red de transporte de hidrocarburos. “¿Qué pasa?, es un enfoque totalmente economista ‘deshacer el mercado’; si el costo del combustible robado es más caro que su demanda, no habrá quién lo compre… aunque sea robado, toda la operación cuesta”, explicó.
El director subrayó que se está atacando la demanda en los mercados ilegales, en las gasolineras y en los usuarios industriales, principalmente en los puntos con mayor número de tomas clandestinas, como Puebla, Tamaulipas, Guanajuato y Veracruz.
Señaló que, a la fecha, se han aplicado dos grandes operativos: el primero, en distintos estados, resultó en dos gasolineras cerradas por vender combustible de procedencia ilícita, y el más reciente en Puebla, donde otras siete estaciones son investigadas y ya se les cortó el suministro. “No es un problema de días ni de semanas, va a ser un tema de meses… estoy esperanzado en que el problema se resolverá con la cooperación de todos, Pemex no puede solo”, dijo.