Va fiscal independiente para caso Trump-Rusia
Robert Mueller, ex director de FBI, investigará los nexos del mandatario
El departamento estadunidense de Justicia nombró ayer un investigador especial para analizar las presuntas relaciones entre la campaña presidencial de Donald Trump y Rusia, en medio de una creciente crisis política en el país.
Para ponerse al frente de esas investigaciones, el fiscal general interino Rod Rosenstein escogió al abogado Robert Mueller, director del FBI entre 2001 y 2013.
En respuesta, la Casa Blanca emitió una nota oficial de cinco líneas en que Trump dijo esperar “que esta cuestión sea concluida rápidamente”, insistió en su inocencia y expresó su confianza en que una “investigación exhaustiva” mostrará que efectivamente su campaña electoral no tuvo ayuda de ninguna “entidad extranjera”.
Ayer, una investigación de Washington Post complicó más la situación del mandatario. Según el diario, un mes antes de que Trump obtuviera la nominación republicana, uno de sus aliados más cercanos en el Congreso -el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes Kevin McCarthyafirmó en conversación privada a sus compañeros de partido que el presidente ruso, Vladímir Putin, le pagaba al magnate. “Hay dos personas a las que Putin paga: Rohrabacher y Trump”, dijo McCarthy (legislador californiano), según una grabación del 15 de junio de 2016, escuchada y verificada por el diario.
Algunos de los legisladores presentes, todos republicanos, se rieron del comentario de McCarthy, quien añadió rápidamente: “Lo juro por Dios”.
Según el audio, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul D. Ryan (R-Wis.) interrumpió entonces la conversación pidiendo discreción a los republicanos presentes sobre lo dicho por McCarthy.
Poco antes de la aseveración del congresista californiano, el premier ucraniano Vladímir Groysman, había asegurado en conversaciones por separadas al propio McCarthy y a Ryan, que Moscú busca financiar a “políticos populistas para socavar las instituciones democráticas de Europa oriental”, dijo el Post.
Desde su investidura, el 20 de enero, Trump busca desesperadamente poner punto final a la controversia por sus eventuales relaciones con Rusia durante la campaña, pero el problema no ha cesado de crecer y amenaza con paralizar su presidencia.
Las investigaciones se centran en las sospechas de injerencia rusa en las elecciones presidenciales para favorecer a Trump, y la eventual colusión de su comité de campaña con esos esfuerzos.
Desde hace unos días, pende además sobre el presidente la sospecha de haber intentado presionar en febrero al entonces director del FBI, James Comey, para poner punto final a esta misma investigación, un gesto que de confirmarse constituiría obstrucción de justicia.
El diario TheNewYorkTimes aseguró poseer un memorando interno escrito por Comey después de conversar con Trump. De acuerdo con ese memo, el presidente le sugirió a Comey que el FBI abandonara una investigación que llevaba adelante sobre el asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, y sus lazos con funcionarios rusos, un hecho que ya le había costado el despido.
El anuncio del nombramiento de Mueller se produjo a horas de que Rosenstein se reúna hoy a puerta cerrada con los cien miembros del Senado para dar explicaciones sobre el despido de Comey.
Piden documentos
Trump pronunció también un discurso en una promoción de nuevos cadetes de la Guardia Costera, y aunque eludió hacer referencia a la avalancha de denuncias en su contra, dijo que era tratado “injustamente”. “Miren la forma en que he sido tratado recientemente, especialmente por la prensa. Ningún político en la historia, y lo digo con gran seguridad, ha sido tratado peor o más injustamente”, se quejó.
El 9 de mayo el propio Comey fue despedido por el presidente, quien además le advirtió por Twitter que guarde silencio y le sugirió que poseía grabaciones de todas sus conversaciones en la Casa Blanca.
La comisión de Asuntos de Inteligencia en el Senado envió a Comey una carta invitándolo a una audiencia pública y a una privada para que testifique sobre lo ocurrido.
El martes, Comey había rechazado una invitación para hablar en una sesión a puertas cerradas.
Los líderes del Comité Judicial del Senado pidieron al FBI y a la Casa Blanca que entreguen las grabaciones y memorandos sobre cualquier intercambio o conversación entre Trump y Comey. “Necesitamos todos esos memorandos”, dijo el presidente del Comité Judicial del Senado, el republicano Chuck Grassley.
Además, el titular de la Comisión de Supervisión en la Cámara baja, el republicano Jason Chaffetz, ya solicitó formalmente al FBI que envíe al Congreso el memorándum que, según el NYT, fue redactado por Comey.
Según la Casa Blanca, Trump entrevistará a cuatro personas para ocupar el cargo de director del FBI. Uno de ellos es el actual director interino, Andrew McCabe, y la lista incluye también al ex senador demócrata Joe Lieberman.
“Estúpidos”: Putin
El escándalo sobre el supuesto pedido de Trump a Comey para olvidarse de Flynn es de tal magnitud que momentáneamente dejó de lado otra controversia que atormenta a la Casa Blanca desde hace varios días.
Según denuncias coincidentes, durante la reunión que había mantenido la semana pasada en el Salón Oval con el canciller ruso, Serguei Lavrov, Trump terminó por revelarle informaciones de inteligencia que eran consideradas en el máximo grado de secreto.
Trump le habría revelado a Lavrov que el grupo radical Estado Islámico (EI) planeaba ataques a EU usando computadoras portátiles en vuelos, una información que aparentemente Washington recibió de Israel con la condición de no traspasarla a nadie.
Rusia descartó que Trump haya dado a Lavrov cualquier información reservada, y ayer Putin señaló que había en Washington un clima de “esquizofrenia política”.
Putin dijo que estaba dispuesto a proporcionar al Congreso estadunidense una transcripción de la conversación entre Trump y Lavrov. “¿Qué van a inventar ahora esas personas que ventilan estas tonterías? Si no entienden que perjudican a su propio país, son simplemente estúpidos. Si entienden todo, son peligrosos y deshonestos”, dijo el líder ruso.