¿Proximidad?, la de los delincuentes...
Con la inseguridad en ascenso, la novedad en las políticas de seguridad estatal es que se requiere la Policía de Proximidad, ya que Fuerza Civil es una Policía de reacción.
Algunos alcaldes compraron la idea, urgidos como están de arreglar sus problemas de inseguridad que comienzan con robos, asaltos a tiendas de conveniencia y
narcomenudeo, pero terminan en secuestros y ejecuciones entre bandas del crimen organizado.
Y es una espiral que va en ascenso en los últimos 18 meses, de acuerdo a las cifras oficiales de la Procuraduría General de Justicia.
Tampoco se puede tapar el sol con un dedo cuando están de regreso los secuestros, los asesinatos con decapitaciones, los muertos encajuelados, encobijados o quemados, más los enfrentamientos a balazos entre bandas o con las fuerzas policiacas y militares.
Pero si creen que es tan importante una Policía de Proximidad, más cercana al ciudadano, entonces no suena lógico que traigan al quinto militar al hilo como secretario de Seguridad y que además ni siquiera conoce la geografía del estado.
Porque si sumamos los resultados que han dado al frente de la seguridad pública no son como para tronar cohetes de gusto; solamente dos de estos mandos militares acumulan más de 120 muertos asesinados en los tres penales estatales.
Si se van a tomar en serio la seguridad, hay que diseñar una Policía que realmente responda a las necesidades del momento que vive Nuevo León y no tratar de adivinar por ensayo y error cuál es el modelo que conviene implementar.
Fuerza Civil funcionó y muy bien, pero se ha desmantelado y desmembrado en custodios para penales, Policía Rural, Policía Estatal de Caminos y una Policía Interestatal que nadie ve en las carreteras, mientras la frontera de Reynosa arde en balaceras y muertos a diario.
A veces nos sorprendemos de que los procesados que el juez encarceló, gozan hoy de libertad, pero nos quedamos estupefactos cuando los delincuentes que un general dijo abatir, gozan de cabal salud.
No sabemos qué ofende más, si las mentiras o la improvisación.