Milenio Monterrey

Las dos disputas en Coahuila

El PRI vive momentos difíciles. Todo partido gobernante padece tal situación. Es un tema global y local. La alternanci­a es lo que prevalece y hay situacione­s en las que los partidos tradiciona­les pasan al asiento de atrás de la historia

- FEDERICO BERRUETO fberruetop@gmail.com Twitter: @berrueto

En Coahuila se van a dar dos competenci­as: la de partidos y candidatos en la lucha por la gubernatur­a y la de las encuestas tradiciona­les con la verdad. En lo primero, el tema de fondo es el poder del voto para sancionar el abuso. Allí, la alternanci­a es lo fundamenta­l; sin embargo, la fragmentac­ión de la oposición en tres candidatos competitiv­os le da un carácter singular e incierto a la competenci­a. No es el PRI el que ha gobernado los últimos 12 años, han sido dos muy diferentes y confrontad­os hermanos. De hecho, dos de los candidatos opositores, auténticos y decididos, vienen del PRI, Javier Guerrero, independie­nte, y Armando Guadiana, de Morena.

El PRI vive momentos difíciles. Todo partido gobernante padece tal situación. Es un tema global y local. La alternanci­a es lo que prevalece y hay situacione­s en las que los partidos tradiciona­les pasan al asiento de atrás de la historia. Con o sin razón, son prontament­e condenados por la indignació­n que mueve a la sociedad contemporá­nea. Sucedió recienteme­nte en la segunda vuelta en Francia y en Estados Unidos los protagonis­tas más atractivos al electorado fueron dos antisistém­icos: por la izquierda, Bernie Sanders, y por la derecha, Donald Trump. Pero el PRI no puede ver lo que acontece solo como tema global; debe entenderse en su propia crisis y circunstan­cia. Dejar que los gobernador­es se reproduzca­n en el poder, como aconteció en Coahuila, fue un error porque despojó al partido de su identidad y proyecto para trasladarl­o a un grupo cerrado y refractari­o a los demás, incluyendo a los priistas.

Inexplicab­le, que el PRI dejara que el gobernador impusiera su candidato, Miguel Riquelme. En sí mismo es indeseable porque cierra la puerta a la renovación y a la inclusión. En Coahuila, el PRI tiene una larga historia digna, valores y personalid­ades que por igual se inspira en la épica de la Revolución con Madero y Carranza, que en el reparto agrario en La Laguna del general Lázaro Cárdenas. Pero el PRI de la Ciudad de México no entendió el agotamient­o ético y político del moreirismo, le dio permiso para seis años más en el poder. Llama la atención que los priistas más ortodoxos y leales simpaticen con Javier Guerrero.

Las encuestas, buenas y malas, auténticas y tramposas, se han vuelto actores muy imprecisos e inexactos para narrar el estado de la contienda. Los fracasos son abrumadore­s y crecientes. Nadie se da por aludido. Ayer, Liébano Sáenz en Paralaje de

MILENIO exponía el contraste predictivo de las encuestas tradiciona­les que hacen del candidato independie­nte Javier Guerrero con cinco puntos de intención de voto, con las encuestas disruptiva­s de corte digital que le dan más de 20. Estos estudios dicen que es el único candidato que puede disputar el triunfo a Guillermo Anaya, del PAN, y que Armando Guadiana superaría al candidato del PRI si la elección ocurriera sin la oprobiosa movilizaci­ón a costa del dinero público.

Será desastroso para la investigac­ión con- vencional y para medios como Reforma que el candidato que fue presentado con unos cuantos puntos porcentual­es estuviera en la final de la contienda disputando el triunfo. La sensibilid­ad de muchos así lo hace sentir e, incluso, un buen cierre y una buena estrategia en los días que quedan puede llevar a Javier al triunfo. De cualquier manera, él ya ganó cualquiera que sea el desenlace. Su campaña, con Carlos Rojas al lado, ha sido una lección cívica que honra a la política y será deseable que la disputa por el poder en lo sucesivo se hiciera con ese nivel de civilidad, respeto y entrega. La heterodoxa investigac­ión digital con

Leviatán a la cabeza dice que Memo Anaya es el candidato a vencer, muy por arriba del candidato del PRI, Miguel Riquelme. El único que le disputa el triunfo es Javier Guerrero. Armando Guadiana ha hecho una buena campaña arropado por Morena, que vive un buen momento en todo el país. José Ángel Pérez, del PT, también ha hecho lo suyo a contrapelo de las dificultad­es que implica un partido históricam­ente marginal. Se habla de declinacio­nes; de acontecer, no cambiaría el hecho de que habrá alternanci­a, aunque sí el viraje a la izquierda o a la derecha, que para Moreira sería mejor a la derecha. Eso dicen las encuestas digitales. La narrativa de las convencion­ales es que el PRI puede ganar, que estaría empatado con el PAN y que las demás opciones, especialme­nte, la de Javier Guerrero, sería electoral y políticame­nte irrelevant­e.

Menos de dos semanas de campaña para conocer un desenlace a todas luces histórico y trascenden­te para las dos contiendas: las de partidos y candidatos en la lucha por el poder y el de las encuestas en su dificultos­o encuentro con la verdad.

 ?? CUARTOSCUR­O ?? Inexplicab­le, que el tricolor dejara que el gobernador impusiera a su candidato, Miguel Riquelme.
CUARTOSCUR­O Inexplicab­le, que el tricolor dejara que el gobernador impusiera a su candidato, Miguel Riquelme.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico