ace dos décadas, Amazon salió a la bolsa. No exagero al afirmar que durante este tiempo el gigante del comercio electrónico ha transformado de fondo la manera en que compramos. Su impacto en nuestras vidas apenas lo estamos empezando a sentir.
En relativamente poco tiempo, Amazon se ha convertido en una de las empresas más valiosas del mundo. Su valor de mercado ha crecido de 660 millones de dólares cuando se volvió una empresa pública en 1997 a 460 mil millones de dólares en la actualidad. Veinte años atrás, Walmart, su acérrimo rival, valía 350 veces lo que valía Amazon. Hoy los papeles se han volteado, con el valor de Amazon casi el doble del de Walmart.
Desde una perspectiva de inversión, Amazon ha sido un sueño. Quien tuvo la fortuna de comprar sus acciones cuando salió a la bolsa y mantenerlas durante las pasadas dos décadas hoy sería un hombre rico. Su inversión se habría multiplicado por 500. Sin embargo, poca gente tuvo la visión, o la suerte, de creer en Amazon. Ni el propio Warren
Buffett, el inversionista más exitoso de la historia, valoró su potencial. Recientemente comentó que fue “muy tonto” para apreciar el éxito que llegaría a alcanzar la empresa.
¿A qué se debe dicho éxito? Por encima de todo, a la visión de su fundador y director general, Jeff Bezos. A diferencia de gran parte de los ejecutivos de la actualidad, Bezos siempre tuvo una visión de largo plazo. Empezó vendiendo libros por internet y acabó transformando la manera que compran millones de personas todo tipo de productos. La empresa que construyó es la principal responsable de poner de cabeza el mundo del comercio al menudeo en EU y de empujar al borde de la quiebra a varias tiendas tradicionales, incluidas Sears, JC Penney y Macy’s.
Pero Bezos no se conformó con revolucionar la manera en que compramos. Amazon también fue pionera en introducir el concepto de cómputo bajo demanda, en el que empresas rentan equipo de cómputo en lugar de comprarlo, y ahora, gracias a su asistente personal activado por voz, Alexa, está cambiando la forma en la que los consumidores interactuamos con computadoras.
En México, la revolución apenas se empieza a sentir. El gigante de comercio electrónico comenzó operaciones formales hace apenas dos años. Ni los consumidores ni los comercios sentimos todavía el peso de su influencia, pero pronto lo haremos.
Los primeros 20 años de Amazon como empresa pública han producido un cambio profundo en el comercio al menudeo y en otros frentes en EU. Le va a tomar mucho menos tiempo generar una transformación similar en México.