Vecinos buscan preservación de zona histórica
Una mesa de diálogo celebrada en el auditorio del Museo de Historia Mexicana detonó todo. El 30 de enero un grupo de diez vecinos tomaron la palabra durante la mesa redonda “El Barrio Antiguo”, dentro del Foro Internacional de Conservación y Desarrollo convocada por el INAH, y desde entonces no la han soltado.
A partir de esta presencia, y tras años de esfuerzos, surgió la Asociación de Vecinos del Barrio Antiguo quienes en poco menos de un año ya lograron lo que parecía imposible: renovar la Junta de Protección y Conservación, inamovible por más de una década. “Fue tan polémica y exitosa esa reunión que se propuso seguirla en otra fecha, y a raíz de esa fecha se empezaron a realizar más reuniones. Digamos se alinearon los planetas”, refiere Gerardo Ramírez, vecino del sector histórico e integrante de la asociación.
En ese tiempo lograron tener una reunión con Fernando Elizondo, entonces coordinador ejecutivo en el Gobierno. De ahí fue que la administración estatal propuso las ternas para renovar a la Junta de Protección y Conservación, para que el municipio aprobara la definitiva en reunión de Cabildo.
De noviembre de 2016 a junio actual, lograron cambiar algo que venían solicitando desde hace años. “Es el inicio de una nueva era en nuestro barrio, que lo buscamos con la Junta que existía pero no se dio. Hoy estamos contentos por la designación”, agrega Ramírez. La nueva Junta de Protección y Conservación estaría integrada por Alejandra Rangel, Gilberto Rodríguez y Gerardo Puertas.
Intereses claves
Uno de los intereses de la Asociación de Vecinos del Barrio
Han interpuesto denuncias por el alto volumen de la música en los antros
Antiguo es poder conjuntar a las instituciones federales, estatales y municipales en pro de hacer cumplir el reglamento de protección a la zona histórica. Incluso van más allá al señalar que existen diversos puntos en el centro de Monterrey que deben ser rescatados o protegidos por su valor histórico o arquitectónico. “Hoy gracias a las redes so-
ciales estamos conectados los vecinos del centro, también hay muchos amantes de la historia y la cultura lo que está ayudando a unificarnos en una trinchera común”, agrega Ramírez.
Además de los problemas ocasionados por demoliciones o remodelaciones sin permiso en el Barrio Antiguo, los vecinos han denunciado el alto volumen de la música en los establecimientos, los autos que invaden aceras para estacionarse, así como desmanes a altas horas de la noche.
Incluso, cada fin de semana interponen reportes ante autoridades municipales sin que estos hayan tenido mayores repercusiones.