Crónica, pobreza de indígenas: BM
El Banco Mundial (BM) advirtió que el crecimiento económico ha sido insuficiente para poner fin a la pobreza de las comunidades indígenas en América Latina (AL), cuya situación es crónica y se transmiten de generación en generación.
De hecho, aseguró que los trabajadores indígenas en México ganan entre 12 y 14 por ciento menos que los no indígenas con la misma preparación académica, tienen menor acceso a servicios como alcantarillado y electricidad e incluso teniendo acceso a educación, tienen menos posibilidades de obtener un empleo. “El hecho de nacer de padres indígenas aumenta marcadamente la probabilidad de crecer en un hogar pobre, independientemente de otras condiciones, como el nivel de educación de los padres, el tamaño del hogar o el lugar de residencia, creando un círculo vicioso que impide el pleno desarrollo del potencial de niños y niñas indígenas”, estableció en el documento Latinoamérica indígena en el siglo XXI.
El estudio del BM afirma que en México “los pueblos indígenas se ven más afectados en los periodos de contracción económica”, y que la ampliación de la brecha de desigualdad de ingresos, incluso si está acompañada de otros avances, puede aumentar la vulnerabilidad de los pobaldores originarios.
Añadió que sin la inclusión de los pueblos indígenas “es improbable que Latinoamérica alcance el desarrollo sostenible y ponga fin a la pobreza. Y todo indica que el crecimiento, por sí solo, no es suficiente”.
De esta manera, el organismo destacó que los indígenas “están representados en forma desproporcionada entre los más pobres, por la prolongada historia de agresiones externas a sus valores y economías, además de que no han recibido el mismo nivel de beneficios en 10 años de crecimiento económico”.
El estudio refiere que la primera década del actual milenio fue uno de los periodos de mayor éxito de desarrollo económico y reducción de la pobreza en América Latina, además de que la brecha salarial en las zonas urbanas se redujo marcadamente. “No obstante, aún quedan muchos desafíos por resolver, pues estos avances no estuvieron acompañados por una reducción significativa de la inequidad. En realidad, salvo en educación, las brechas que separan a los hogares indígenas de los no indígenas se han estancado o incluso aumentado en muchos aspectos durante gran parte de la pasada década.”
Concluye que probablemente el acceso a la educación es “el éxito más importante de la década”. Señala que “en México, Nicaragua y Ecuador, prácticamente se cerraron las brechas de asistencia a la escuela primaria”, aunque la calidad de la enseñanza constituye un problema.