“Alabada” y “correcta”, política hacia Cuba: EU
Washington afirma que el cambio ayudará a conseguir más libertades sociales y económicas; es “el camino para empoderar al pueblo”, dice Sean Spicer
La Casa Blanca aseguró ayer que el cambio de política hacia Cuba anunciado este viernes por el presidente estadunidense, Donald Trump, está siendo “ampliamente alabado como un paso en la dirección correcta”, y que ayudará al pueblo cubano a lograr “mayor libertad económica y política”.
Mientras, la tensión entre Washington y sus aliados sobre el terreno y Rusia sube en Siria , tras el derribo el domingo de un avión sirio por parte de la coalición internacional, que ha hecho que Moscú cesara ayer la cooperación con Washington para evitar incidentes en el espacio aéreo de Siria.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, defendió los cambios con Cuba durante una conferencia de prensa, y aseguró que “están siendo ampliamente alabados como un paso en la dirección correcta para empoderar al pueblo cubano”.
“La pieza principal de lo que hizo el presidente fue allanar el terreno para empoderar al pueblo cubano para que desarrolle una mayor libertad económica y política”, subrayó el portavoz, que no quiso adelantar acontecimientos sobre posibles nuevas sanciones. Spicer recordó que cambiar la política hacia Cuba “fue una promesa de campaña” de Trump antes de las elecciones presidenciales de 2016, cuando buscaba votos en Florida.
“En lugar de dar poder al Ejército cubano mediante su capacidad de controlar el dinero que entra, y que no estaba llegándole a la gente, las acciones que el presidente tomó el viernes van a ayudar a empoderar al pueblo y asegurar que no solo mantiene su promesa de que el pueblo estadunidense siga la ley, sino que haya un resultado mayor, de empoderar al pueblo cubano”, agregó.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, criticó duramente el cambio de política de Trump, y en particular su decisión de no hacer más avances en el proceso de normalización si Cuba no da pasos concretos hacia la celebración de “elecciones libres”. La oposición interna cubana, por su parte, se ha dividido entre el “regocijo” expresado por la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, y la decepción de otros disidentes, como Manuel Cuesta Morúa.
La mayoría de los países de Latinoamérica han guardado silencio ante el giro anunciado por Trump, más allá de las críticas abiertas de aliados del gobierno cubano como Venezuela, Bolivia y Nicaragua.
De otra parte, Trump y su par panameño, Juan Carlos Varela, acordaron ampliar la cooperación contra el narcotráfico y la inmigración irregular, al fin de una reunión en Washington. Varela se convirtió en el cuarto mandatario latinoamericano en ser recibido por Trump en la Casa Blanca. Los dos presidentes mantuvieron una reunión privada y otra acompañada por sus delegaciones. “Hay una larga amistad entre Panamá y Estados Unidos, y en- frentamos los mismos desafíos en la región”, dijo Varela en el Salón Oval. Por ello, añadió el mandatario panameño, “la idea de esta visita es trabajar conjuntamente para enfrentar los mismos desafíos que tenemos en la región de América Central y en el continente”.
Aunque los presidentes no ofrecieron declaraciones al fin de los encuentros, fuentes de sus equipos informaron que se concentraron en la cooperación contra el narcotráfico y el crimen organizado.