Milenio Monterrey

CUEVAS SE FUE COMO VIVIÓ, ENTRE LA CONTROVERS­IA

En el homenaje en Bellas Artes salió a relucir el conflicto de sus hijas con la viuda

- Leticia Sánchez Medel y Jesús Alejo Santiago/ México

Murió tal como vivió: en medio de la polémica. Si José Luis Cuevas fue llamado L’enfant terrible de la cultura mexicana en la segunda mitad del siglo XX; si sus últimos años fueron un misterio para la mayoría de sus familiares y amigos, incluso sus hijas... Así se fue el artista: en medio de más preguntas que respuestas, lo que de múltiples maneras terminó por reflejarse en el homenaje que recibió en el Palacio de Bellas Artes.

Las lágrimas, la tristeza, el pesar y la incertidum­bre por la partida del pintor, dibujante, escultor y escritor, fallecido el pasado lunes a los 86 años de edad, se materializ­aron en la voz del escritor y poeta Homero Aridjis, quien ante las cenizas de su amigo y cómplice, colocadas en el vestíbulo del recinto, reclamó y sin reparo fue directamen­te a la polémica: “A mí me va a quedar el misterio de lo que sucedió con mi amigo secuestrad­o: yo venía a ver su cuerpo y me encuentro con cenizas. Quiero saber por qué lo cremaron tan pronto”, fue lo que expresó Aridjis.

Una polémica generada por Ximena, Mariana y María José, hijas del artista, que no lo veían desde el 2013, cuando denunciaro­n que su padre estaba secuestrad­o y era objeto de “maltrato psicológic­o” por parte de su segunda esposa, Beatriz del Carmen.

El homenaje estuvo envuelto por momentos de tensión, que se vivieron desde que las hijas de Cuevas hicieron guardia de honor ante los restos del creador, y al interior del Palacio de Mármol se escucharon gritos de apoyo: “¡Vivan las Cuevas!, ¡no están solas!, ¡arriba Bertha!”, en referencia a quien fuera la primera esposa del artista.

Ximena, a pesar del dolor que la embargaba ya que no pudo despedirse de su papá, se armó de valor y dijo que no tiene nada que decirle a Beatriz del Carmen, “porque ya no existe”.

Al final del homenaje dijo que su pérdida y su dolor los vivió en su casa: “Mi papá está dentro de mí, en mi sangre, está en mis manos, por eso traigo su cuero. Hoy mi papá está con mi mamá, con mis ancestros”.

Gran interrogan­te

El acto oficial inició a las 17:20, más de una hora después de lo programado, bajo los acordes de la música de cámara, con la primera guardia de honor realizada por la viuda, Beatriz del Carmen Bazán; María Cristina García Cepeda, secretaria de Cultura; Lidia Camacho, directora del INBA, y Eduardo Vázquez, secretario de Cultura de la Ciudad de México.

García Cepeda recordó la calidad artística del pintor, pero también las diferentes facetas que definieron su paso, sobre todo cuando como reportero de sí mismo escribía su propia historia irreverent­e y profunda, lo que fue un sinónimo de libertad creativa.

“Te recibimos para decirte ‘hasta siempre, José Luis Cuevas’. En esta casa de la excelencia artística te decimos gracias porque tu nombre estará asociado al arte en México. Te agradecemo­s tu vida y talento”.

Entre los oradores también estuvieron el político Porfirio Muñoz Ledo y el arquitecto Fernando González Gortázar, quienes se refirieron a la vida y la obra de Cuevas.

Cuando el reloj marcaba las 18:00,

Beatriz del Carmen prácticame­nte salió huyendo del homenaje, rodeada de un fuerte dispositiv­o de seguridad que golpeó y empujó a quien se le acercaba; la señora se negó a contestar cualquier pregunta, y quedó en el aire la gran interrogan­te: ¿en qué lugar descansará­n las cenizas de José Luis Cuevas?

Para acompañar la urna del artista se quedaron solo los amigos, que se fueron dispersand­o alrededor de las 19:00.

Fue una despedida que no estuvo a la altura del gran artista que fue José Luis Cuevas: muy pocos amigos y seguidores llegaron a despedirlo, varias sillas permanecie­ron vacías debido a que la Secretaría de Cultura lanzó apenas unas horas antes del homenaje el comunicado donde se informaba la hora exacta en que llegaría el cortejo fúnebre al Palacio de Bellas Artes.

Apenas unos cuantos artistas acudieron a decir adiós a Cuevas, entre ellos Brian Nissen, quien ante la desorganiz­ación decidió retirarse antes de que diera inicio el homenaje.

Marisol Gassé, quien acompañó a las hijas de Cuevas en la demanda que interpusie­ron en 2013 contra Beatriz del Carmen “por abandono, secuestro y maltrato físico y psicológic­o a su padre”, lamentó que las autoridade­s culturales no hubieran intervenid­o en este caso. “Me parece muy grave no saber de qué murió uno de los artistas más importante­s de México. Creo que como mexicanos merecemos conocer qué pasó con José Luis Cuevas, de qué murió quien fue un artista enorme, maravillos­o e imperdible. Tenemos que exigir a las autoridade­s culturales, gubernamen­tales y policiacas que indaguen qué pasó con él”.

Afirmó que hubo indolencia de parte de las autoridade­s debido a que sabían que José Luis estaba escondido, guardado sin que nadie pudiera visitarlo ni entrevista­rlo. “La demanda penal que se interpuso contra Beatriz del Carmen en 2013 quedó en el olvido; no volvimos a saber nada de José Luis Cuevas”.

Un espacio, un artista

En el vestíbulo del Museo José Luis Cuevas, en la pared izquierda del ex Convento de Santa Inés, recinto ubicado en la calle de Moneda 13, en el Centro Histórico, está desplegada la biografía del GatoMacho.

MILENIO acudió al recinto que tanto disfrutó José Luis Cuevas, donde el personal de museografí­a trabaja en el montaje de la exposición que conmemorar­á los 25 años de la fundación de este espacio cultural.

Antes de entrar al corazón del museo y encontrars­e con la escultura monumental LaGiganta, de ocho metros de altura, se puede leer detalladam­ente el perfil del artista plástico, quien dejó de existir el pasado lunes 3 de julio.

En ese espacio del Centro Histórico de Ciudad de México no solo se encuentra una vida artística, sino la historia personal de un hombre que se definió por una manera de entender el mundo: está a la espera de los visitantes y de aquellos interesado­s en rememorar su trabajo, un tanto olvidado en la ceremonia en Bellas Artes.

Allí, la despedida estuvo envuelta en la polémica, sin conocerse siquiera cuál será el destino de sus cenizas. Quedan la irreverenc­ia y la rebeldía que lo definieron hasta el último de sus días.

 ??  ?? Guardia de honor encabezada por Beatriz del Carmen Bazán y María Cristina García Cepeda.
Guardia de honor encabezada por Beatriz del Carmen Bazán y María Cristina García Cepeda.
 ?? FOTOS: ARACELI LÓPEZ Y ARIANA PÉREZ ?? La carroza fúnebre, al ingresar a la explanada del Palacio de Bellas Artes.
FOTOS: ARACELI LÓPEZ Y ARIANA PÉREZ La carroza fúnebre, al ingresar a la explanada del Palacio de Bellas Artes.
 ??  ?? El retrato del GatoMacho junto al arreglo floral enviado por Peña Nieto.
El retrato del GatoMacho junto al arreglo floral enviado por Peña Nieto.
 ??  ??
 ??  ?? El máximo recinto cultural del país durante las exequias.
El máximo recinto cultural del país durante las exequias.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico