Recuerdan lazos de José Luis Cuevas con Monterrey y su gente
Era la persona más sencilla que he conocido, jamás le escuché un desplante” Elvira Lozano de Todd DIRECTORA DE LA PINACOTECA DE NL
José Luis Cuevas (1934-2017) era una persona a la que no le gustaba el frío, por ello encontró en el calor de Monterrey un hogar reconfortante.
El escultor y pintor mexicano, integrante de la generación llamada LaRuptura, tuvo una relación cercana con la ciudad a la que ayudó tras el paso del huracán Gilberto y donde montó algunas de sus más importantes exposiciones.
La Pinacoteca de Nuevo León y el Museo Metropolitano de Monterrey recibieron la obra de Cuevas, en gran medida por la influencia de Elvira Lozano de Todd, amiga personal de José Luis, como de su segunda esposa Beatriz del Carmen Bazán.
Lozano de Todd, actual directora de la Pinacoteca, refiere que José Luis Cuevas tenía un aprecio especial por la ciudad y los regiomontanos. Siempre estaba dispuesto para hablar con la gente, una imagen alejada del L´enfant terrible como se le encasilló. “No era una persona narcisista, no es la imagen que tengo de él. Era la persona más sencilla que he conocido, jamás le escuché un desplante ni con la gente ni con los reporteros”, menciona la promotora cultural.
En Monterrey se le brindó un homenaje en vida, con la exposición JoséLuisCuevas en bronce que celebró sus 50 años de trayectoria.
Mientras que en el Paseo Santa Lucía se conserva la escultura Be atrizdelC armen y Jo sé Luis Cuevas, con seis metros de altura y cinco toneladas de peso. “A él le gustaba mucho el cine, siempre hablaba de películas mexicanas. Hablar con él era como estar con una enciclopedia”, recuerda Elvira Lozano.
Aunque en vida se le brindó un homenaje, la Pinacoteca de Nuevo León no descarta realizar un evento póstumo a la memoria del artista mexicano, fallecido el pasado lunes.
Elvira Lozano relató que fue a visitar a la pareja a su casa en la Ciudad de México el 12 de marzo pasado. Lo recuerda con una elocuencia y una mente lúcida, aunque ya no tenía permitido salir por su salud. “Estaba lúcido, con esos ojos hermosos que tenía”, comenta.
La relación de José Luis Cuevas quedará en la memoria de quienes lo trataron, de la obra escultórica que dejó y de su apoyo a las víctimas del huracán Gilberto. “Él siempre tenía frío entonces le gustaba el calor de aquí, el que le daba la gente y los 40 grados de Monterrey”, relata.
El pintor, dibujante y escritor y uno de los impulsores de la Generación de la Ruptura falleció el lunes a los 86 años de edad.